Eran las 23:30 del lunes 12 de junio cuando una familia que vive en la cooperativa Gallegos Lara, en el norte de Guayaquil, vivió momentos de terror al ser atacados a tiros cuando estaban alistándose para dormir.
El padre estaba en la pequeña sala viendo televisión, mientras su esposa oraba y los dos menores ya estaban durmiendo, relatan.
“Les grité que se tiren al piso”, dijo el hombre, mientras muestra la puerta metálica de la vivienda con más de 25 orificios de bala.
Atrás de la puerta está la refrigeradora que también resultó con más de quince orificios.
Los disparos destruyeron la ventana y dejaron huecos en toda la fachada.
Al menos 40 indicios levantó personal de Criminalística que llegó al sector después de medianoche.
Afortunadamente la familia resultó ilesa, solo el hijo mayor de la familia resultó con un rozadura de bala en el brazo derecho.
El padre de familia cuenta que durante el tiroteo se quedó en el piso de la sala mientras su esposa e hijos se escondieron en el baño.
Aseguran que los sujetos trataron de tumbar la puerta metálica de la casa en dos ocasiones y que los insultaba y exigían que abrieran la puerta.
Los afectados presumen que los confundieron, aseguran que ellos no ha recibidos amenaza alguna, que no han tenido problemas con nadie y analizan dejar el sector.
“La Policía me dijo que vaya a poner la denuncia en la Fiscalía, pero a quién denuncio si yo no conozco a esa gente”, dijo el padre de familia, que indica que, según testigos, los hombres armados llegaron en una camioneta y dos motos.
“Dijeron que uno de ellos llevaba un fusil”, menciona el afectado que admite que la zona es peligrosa y ha decido que su familia se vaya a la casa de unos allegados mientras toman una decisión.