
El Comité Antiterrorista de Rusia informó este viernes de la apertura de un caso penal por llamamientos a rebelión armada tras las declaraciones del jefe del grupo mercenario Wagner, Yevgueni Prigozhin, sobre la intención de castigar a la cúpula militar rusa por ataque a sus bases.
«Los que liquidaron hoy a nuestros chicos, los que liquidaron a miles y decenas de miles de soldados rusos, serán castigados», anunció Prigozhin en Telegram, donde pidió a las fuerzas dependientes del Ministerio de Defensa que no se resistan ante Wagner porque, de lo contrario, serán «eliminadas inmediatamente».
«Somos 25.000 y vamos a averiguar por qué hay un caos en el país», escribió Prigozhin al tiempo de negar que se trate de un golpe de Estado.
El jefe de Wagner aseguró que el deseo de acabar con el «caos» reinante «no es un golpe de Estado», sino una «marcha por la justicia», y que las operaciones militares no se verían afectadas por las acciones de Wagner.
Según Prigozhin, después de «ocuparse» de aquellos que «aniquilan» a los soldados rusos, los combatientes de Wagner «regresarán al frente».
«Se restaurará la justicia en las tropas, y, después de ello, en toda Rusia», afirmó.
«Las declaraciones difundidas en nombre de Yevgueni Prigozhin no tienen fundamento. En relación con estas declaraciones, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia incoó un caso penal por llamamiento a rebelión armada. Exigimos el cese inmediato de actividades ilegales», dice el comunicado oficial, citado por la agencia TASS.EFE
