ONU alerta de un mayor riesgo del abuso de drogas entre quienes huyen de conflictos

Voluntarios del Batallón Dzhokhar Dudayev esperan con armas durante el entrenamiento en la región de Kyiv, Ucrania, el 17 de septiembre de 2022. El batallón está compuesto principalmente por voluntarios chechenos que habían luchado en las dos guerras chechenas y se han sumado a la defensa del lado de Ucrania contra la invasión rusa. . La mayoría de los miembros del batallón Dzhokhar Dudayev estaban participando en la liberación de la ciudad de Izyum, durante la reciente contraofensiva rápida de las fuerzas armadas de Ucrania en la región de Kharkiv. (Rusia, Ucrania) EFE/EPA/ROMAN PILIPEY

Viena, ).- Las víctimas de desplazamientos forzosos sufren traumas físicos y psicológicos que les hacen más vulnerables a desarrollar problemas mentales y comenzar a usar drogas, según señala la ONU en un informe publicado este domingo.

En ese análisis, la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD) recuerda que en el primer semestre del año pasado se alcanzó la cifra récord de cien millones de desplazados en todo el mundo y que evitar y tratar los trastornos por el uso de drogas en ese grupo se vuelto un desafío mayor.

Esta situación obliga a una inversión mucho mayor en la provisión de iniciativas de prevención del consumo de drogas y de tratamiento y servicios relacionados con las drogas», afirma la ONUDD en su Informe Mundial sobre estupefacientes de 2023.

La ansiedad, la depresión y el estrés postraumático son comunes entre las personas desplazadas por crisis humanitarias, señala la ONUDD.

Este organismo de Naciones Unidas reconoce que la iniciación en el consumo de drogas entre desplazados es un fenómeno complejo y que no necesariamente difiere del que se da entre la población general.

Pero advierte de que el problema debe ser visto en el contexto de las limitadas infraestructuras sanitarias y la escasez de recursos sociales y económicos que afrontan estas personas.

«La disponibilidad y accesibilidad de los servicios de salud mental, incluidos los de tratamiento de la drogodependencia, siguen siendo un reto para las personas desplazadas, que pueden sufrir estigmatización y discriminación al acceder a los servicios locales» de los países adonde han huido, concluye la ONU. EFE

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