
Eduardo Rafael Martínez
Caracas, Venezuela
El régimen iniciado en 1999 tiene en su haber estadísticas terribles en cuanto al deterioro moral que muestra la sociedad venezolana. El empobrecimiento progresivo, y la miseria resultante, nos ha llevado a una magnitud de situaciones nunca antes vistas.
En su camino hacia este declive social, fueron surgiendo comportamientos que no solo no fueron enfrentados a tiempo, sino que fueron impulsados desde los altos niveles de la nomenclatura gobernante.
“No es malo robar”… “exprópiese” … “no pasarán” … así como la exaltación y premios a delincuentes, han sido entre otras, las expresiones y acciones de gobierno que sirvieron para que pobladas invadieran y ocuparan bienes inmuebles, con el único fin de invadirlas.
Luego vendría la proliferación de bandas, colectivos y otras agrupaciones, que bajo la excusa de asimilarlas e incorporarlas a una presunta “defensa de la revolución”, fueron expandiéndose por la ruralidad y los cinturones de miseria de las ciudades, hasta llegar a cubrir gran parte del país.
Con la grave crisis económica de la etapa Maduro, casi ocho millones de venezolanos han emigrado. Y siguen emigrando.
En esos contingentes que han cruzado las fronteras hasta caminando, también los integrantes de estas bandas se fueron. Eran de mal vivir en Venezuela, y ahora son de mal vivir desde La Patagonia hasta los Estados Unidos.
Tal vez el ejemplo que ilustra esta situación, es el caso de un joven en Perú de escasos 24 años de edad. El venezolano que bajo el alias “Maldito Cris”, sembró la zozobra en la ciudad de Lima en una meteórica carrera delictual que llegó a su fin el pasado 16 de junio.
Estaba cantado el final de esa carrera. “Maldito Cris” cayó abatido, como resultado de una cacería policial que dio con su ubicación, luego de haber desatado una espiral de violencia y crímenes.
Las fechas no mienten. El joven tenia 24 años. Lo que ubica su nacimiento en 1999, exactamente cuando se daba inicio al régimen que sigue gobernando Venezuela 24 años después.
“Maldito Cris”, desde que nació hasta que se fue del país, vivió su vida bajo el régimen de Hugo Chávez, primero, y luego del de Nicolás Maduro. Pudiéndose decir que fue “Hecho en Revolución”. Hasta que fue “exportado” a otro país.
Señalan los estudios criminológicos, que una de las causas de que los jóvenes entre en el mundo del delito, es la falta de oportunidades. Por eso los jóvenes emigran, mientras otros se sumergen en un mundo de bandas, donde encuentran la protección y las oportunidades de reconocimiento, lealtad y de obtener dinero que de otra manera no tendrían.
Esos jóvenes que caen en el delito, en estos 24 años, no han tenido posibilidad alguna de reencausar sus vidas y de redimirse moral y socialmente. Por el contrario, han visto ante ellos el surgimiento de una casta superior: el pranato. (1)
Resulta que sin arrepentimiento, no hay redención posible. Y la sociedad gestada en estas casi dos décadas y media, no les ha convencido de que hay una buena manera de vivir en esta sociedad. Todo lo contrario, los ha catapultado.
¿Fue Cris un ejemplo del Hombre Nuevo que propugnaba el Comandante Eterno?
- Eduardo Rafael Martínez es Editor del sitio EastWebSide.
(1) El pranato es una forma de organización delictiva de Venezuela constituida por criminales denominados pranes. Un pran (acrónimo de: preso rematado, asesino nato) es un criminal que mantiene el liderazgo y control de un penal, ya sea una cárcel, prisión o sitio de reclusión de un grupo de reos que están bajo condena o en espera de una, y en muchos casos, en espera de un juicio.
