Una ecuatoriana en Seúl

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

«Era una época en la que aumentaban las voces de aliento y de apoyo que proclamaban que no había nada que una mujer no pudiera llevar a cabo».

Cho Nam-joo

Kim Ji-Young, nacida en 1982

Quito, 22 de julio de 2023

Debo confesar al lector que no suelo escribir mucho en primera persona en este espacio. Sin embargo, por ahora haré una excepción porque lo que he de relatar a continuación es algo en extremo importante. Haruki Murakami (Premio Princesa de Asturias de las Letras 2023) en su libro ensayístico De qué hablo cuando hablo de escribir relata que «La imaginación es una combinación de recuerdos fragmentados e incoherentes. Esa memoria incoherente combinada de forma eficaz, por muy contradictoria que pueda parecer, puede tener un carácter tanto preventivo como intuitivo y, en mi opinión, eso debe transformarse en el motor y en la fuerza de la historia», lo que efectivamente implica escribir en primera persona, tomaré en cuente este preciso concepto para desarrollar el presente texto.

Cuando hablé con Andie Mejía recordé mis años de universitario. Estudiaba Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y dentro de nuestro campo (el mío el periodismo) nos pasábamos leyendo y hablando de Hemingway, Stephen King, Murakami y Borges. Recientemente, durante las campañas previas a las elecciones de febrero de 2023, me llamó para comunicarme que viajaría a Seúl, Corea del Sur, para sacar su maestría. Andie siempre creyó en la libertad, libertaria ciento por ciento y de corazón, y muy apasionada por las ideas de Mario Vargas Llosa. Previo a su viaje nos despedimos por teléfono. Nuestra última charla en persona fue cuando fui librero en Mr. Books y le vendí un libro de la Historia del Ecuador de Enrique Ayala Mora y compró, además, una edición en inglés de Moby Dick de Herman Melville para leer en el avión.  Nunca nos dejamos de escribir y vi en su historia de WhatsApp, Facebook e Instagram el vídeo del ala del avión sobre un cielo naranja de un Quito que poco a poco iba quedando atrás.

Entre los recuerdos de nuestras charlas en la UDLA, universidad donde nos graduamos, y nuestro rápido encuentro en la librería, me quedé pensando precisamente en Vargas Llosa y su libro Desafíos a la libertad que recopila sus textos publicados en El País y otros medios de Europa y América Latina, en los que el peruano analiza la realidad política. Así mismo, con Andie nos pasamos tiempo charlando de la guerra ruso-ucraniana, el avance de la derecha en Europa, las pocas oportunidades para los latinos en España, Italia y Portugal (los PIGS), el sentido de pertenencia, el patriotismo ecuatoriano, el descalabro social en Estados Unidos y Canadá y las dictaduras venezolana y nicaragüense —y la que estaría por gestarse en El Salvador—.

—El mundo está muy complejo, sobre todo para nosotros los jóvenes, amigo querido —me decía—. Si tienes la oportunidad en Ecuador de ayudar a alguien no lo dudes y hazlo —reflexionó con su voz tranquila, pero a la vez preocupada, de internacionalista. 

Sin embargo, un tema que le preocupaba a ella, era los constantes ataques de Corea del Norte a Corea del Sur. El 13 de abril de 2023 tuvimos una conversación que nos cambió la perspectiva totalmente…

Seúl, 13 de abril de 2023, 11 a.m. (hora local)

Corea del Norte y Corea del Sur desde hacía algunas semanas habían cortado comunicaciones entre sí. Me he despertado con esa inquietud de lo que no es normal. Sentí un poco de nervios. Me almorcé un kimchi y después me puse a ver las noticias. Las alarmas sonaron a mi alrededor, me invadió un poco el temor. Traté de tranquilizarme… Respiré y luego recibí la llamada de mi madre. Le dije que estaba bien, que nada pasaba. Que esté tranquila.

Yo intentaba cerrar los ojos y evitar ponerme nerviosa. Incluso pensé en la posibilidad de si tendría o no la oportunidad de terminar mis estudios. No sabía por qué demonios había pensado en eso, pero esa idea se me cruzó por la cabeza. Entonces recibí una llamada desde Quito que me ayudó bastante a evitar pensar en un posible conflicto cada vez más próximo…

Quito, 12 de abril de 2023, 21h00 (hora local)

Andie me contestó tranquila, como era ella. Hablamos evidentemente sobre el incidente de las alarmas sonando en Seúl. Hacía un poco de tiempo que no conversábamos. Nos vimos por zoom y la encontré radiante como siempre. Me sonrió y con su voz melodiosa me dijo:

—Claro que me siento nerviosa, pero pasará. Es decir, mientras más alarmas no suenen. No te miento, la gente está de los nervios. Bueno, siempre están de los nervios. Acá te miran cómo estás vestido, el auto que conduces, los accesorios de marca que traes encima. Es una competencia constante de unos contra otros. Si alguno no está al nivel de otro, el inferior es excluido. La gente se deprime mucho… se suicida, más los jóvenes que además no son muchos —respondió.

—¿Estás bien tú? —inquirí.

—Sí, aprendiendo diplomacia. Lo mío. Lo disfruto como no tienes una idea.

—¿Esperas volver a Ecuador pronto?

—Realmente sí. Es decir, disfruto cada día aquí. Pero soy becada y aunque quisiera quedarme en Seúl no podría. Pero por ahora no veo las condiciones. Además, quiero ser profesora. Creo que tengo madera. Te debo enseñar a cocinar comida coreana.

—Así es —le dije.

Después de filosofar sobre Hemingway, Faulkner y Steinbeck, colgó. La veía como un personaje de Charles Dickens. Tenía un espíritu de aventura en una realidad decadente. Era valiente y perspicaz, inteligente. Alguien fuera de este mundo (literalmente), era la aspidistra de Orwell creciendo. Espero verla pronto y seguir haciendo lo que mejor sabemos: hablar de libros. Creo que no lo sabe, pero me encantaría escribir sobre ella en una novela. ¿Quién sabe? Es una de mis mejores amigas, quizá la ponga en una novela de fantasía como una princesa. Se lo dije una vez, la idea le gustó. Ahora, a inventar la épica. Pero, por ahora, debo terminar mi tesis de posgrado.

Quito, 14 de julio de 2023

Otra vez Andie. Ahora en los ojos de Cho Nam-joo. Kim Ji-Young, nacida en 1982 habla de cómo las mujeres deben abrirse paso en una sociedad ultraconservadora que no ha cambiado con el tiempo. Comparo a Andie con Kim Ji-young por una sola razón…: estar atado a una realidad muy distinta a la que la pintan es en extremo complejo. Soy un aficionado a la cultura asiática, por ello creo entender muy bien a todo lo que Andie me dice. Ya. La realidad va más allá de las gyozas y el mandu. Es vivir una novela de Cho Nam-joo o de Haruki Murakami en la vida real. Aquí la ficción del manga y del manhwa se rompe y el artificio pierde piso. Pocas veces un periodista puede hablar con un personaje tan profundamente y conocerlo tanto como para retratarlo realmente a fondo y hacerse preguntas. ¿Cómo es para un ecuatoriano vivir en Corea del Sur? Un destino tan alejado e intrigante, poco común. Algo que en teoría es cercano por la occidentalización de la cultura asiática es, al mismo tiempo, desconocido totalmente. Mi cercanía con Corea, es, por ahora, muy próxima. Aunque en el futuro no sea así, la solución, creo yo, será recibir a Andie con un Samgyetang que creo se me da bien. Bueno, veremos qué dice ella… Esa será otra historia digna de contar.

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