
Los agentes de policía que llegan a Guayaquil a reforzar la seguridad en la Zona 8 lo hacen sin alojamiento. La deficiencia se da luego de incumplimientos del Gobierno en este asunto.
Pues, hace dos meses, las autoridades indicaron que esto cambiaría pero en la realidad, varias aulas de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad Católica de Guayaquil pasaron a ser dormitorios de los uniformados, tras un convenio entre la academia y la Policía Nacional.
El problema es que el acuerdo establecía alojamiento para 200 policías durante un período temporal de siete meses. No obstante, con la llegada de más uniformados no solo se extiende el tiempo de alojamiento por 12 meses más, sino que también el espacio se agota.
A este problema se suma la baja ejecución presupuestaria de apenas el 8.8% por parte del Ministerio del Interior. La empresa privada también se comprometió a aportar con espacios y recursos, como las literas para que descansen los uniformados.
La situación es resultado del incumplimiento de 20 cuarteles intermedios anunciados en enero de este año y que ahora su construcción es incierta.