Jefes militares de África Occidental analizan una posible intervención militar en Níger

Abdel-Fatau Musah, comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad del Cedeao.

Los jefes militares de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) iniciaron este jueves en la capital de Ghana, Accra, su segunda reunión desde el golpe de Estado en Níger del pasado 26 de julio para seguir analizando una posible intervención militar en ese país.

«La junta (de Níger) está jugando al gato y el ratón con la Cedeao. Deberían recordar que han desobedecido la Constitución de su país, así como los instrumentos de la Cedeao, especialmente el Protocolo para la Buena Gobernanza, que habla de tolerancia cero con los golpes militares», dijo durante la apertura del encuentro el comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad del bloque, Abdel-Fatau Musah.

La reunión en Accra tiene lugar después de que los jefes de Estado y de Gobierno de la Cedeao -bloque integrado por quince países- ordenasen el pasado 10 de agosto «activar» la «fuerza de reserva» del la organización, si bien también aseguraron seguir apostando por el diálogo para resolver la crisis.

«Nuestra subregión se enfrenta otra vez a crisis que creíamos desaparecidas (…). La subregión está atravesando uno de sus peores momentos cuando (…), recientemente, el flagelo de los grupos armados y grupos terroristas violentos ha golpeado a África occidental», afirmó el ministro de Defensa de Ghana, Dominic Nitiwul.

Participan en la cita los jefes de Estado Mayor de Nigeria, Ghana, Costa de Marfil, Senegal, Togo, Benín, Sierra Leona, Liberia y Gambia, mientras sus homólogos de Cabo Verde y Guinea-Bisáu no han podido acudir.

Tampoco Níger está representado, ni Burkina Faso, Mali o Guinea-Conakri, países donde también hubo golpes de Estado entre 2020 y 2022 y que han manifestado su rechazo al uso de la fuerza.

Se trata de la segunda reunión de este tipo desde el golpe de Estado, después del encuentro mantenido por los jefes militares a principios de agosto en Abuya, capital de Nigeria y sede del bloque regional, donde empezaron a trazar un plan para una eventual intervención para «restablecer el orden constitucional» en Níger.

Hasta el momento, la junta militar golpista de Niamey ha hecho caso omiso a las amenazas y, además de nombrar a un nuevo primer ministro, formar un gobierno transitorio, reforzar su dispositivo militar y cerrar el espacio aéreo, ha advertido de que el uso de la fuerza tendrá una respuesta «instantánea» y «enérgica».

El golpe de Estado en Níger estuvo encabezado el pasado 26 de julio por el autodenominado Consejo Nacional de Salvaguardia de la Patria (CNSP), que anunció la destitución del presidente Mohamed Bazoum y la suspensión de las Constitución.

Níger se convirtió así en el cuarto país del oeste de África gobernado por una junta militar. EFE (I)

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