Elecciones Extraordinarias: el asesinato de Villavicencio sacudió el tablero

Gonzalo Ruiz Álvarez. Quito, Ecuador.

Gonzalo Ruiz Álvarez

Quito, Ecuador

La tarde del 9 de agosto una bala asesina mató a Fernando Villavicencio. A 11 días de las elecciones tan vil magnicidio, que no debe quedar en la impunidad, pateó de modo definitivo el tablero electoral.

Los analistas, comunicadores políticos e investigadores más conocidos coinciden en que tan brutal hecho de sangre puso al Ecuador ante una nueva elección con características inéditas.

El 10 de agosto era el último día para divulgar encuestas según la norma vigente (diez días antes de la elección). Algunas empresas especializadas en la investigación y sondeos de opinión y datos se disponían a entregar los resultados de sus más recientes estudios. Todo quedó ahí. Es imposible, me dijo uno de ellos presa del miedo y la incertidumbre. Otro se excusó de dar una entrevista pactada con este argumento: salir con una encuesta con semejante noticia que el sondeo no recogía sería queda en el ridículo.

Eso sucedía en un país donde matan todos los días a un número alto de personas, donde hay secuestros y extorsiones y de personas donde asesinan a personajes de la política, sin distingo de su afiliación partidista. En esta línea, los más graves, sin lugar a dudas fueron el asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago y el de Fernando Villavicencio. Este contexto de violencia y acción del crimen organizado hace que la gente se sienta en la indefensión. En este escenario se desarrolla la campaña electoral.

Por esa razón cabe felicitar a los ciudadanos que acudieron a las urnas venciendo el miedo el 20 de agosto. Es importante resaltar el esfuerzo especial de La Policía y las Fuerzas Armadas en el resguardo de los recintos electorales, el aumento del pie de fuerza y la ampliación de su presencia para salvaguardar el orden y cuidar la vida y la seguridad de los votantes y el personal de las Juntas Receptoras del Voto, ciudadanos del estado llano que prestaron su contingente en la jornada cívica.

Una patada al tablero

El asesinato de Fernando Villavicencio sacudió el tablero de forma tal que todo cambió. Las corrientes de las tendencias de intención de voto empezaron a moverse de forma sintomática.

El debate, visto por millones de personas, contrariamente a lo que pensaban los incrédulos, y el posdebate, movió voluntades y ayudó a definir la elección, en la cual, sin embargo, hubo muchos indecisos que apenas ante la urna tomaron una opción.

Los debates son indispensables. El desgarro que produjo el atril vacio de Villavicencio sobrevoló durante las tres horas del programa de televisión.

Los nervios iniciales de los protagonistas, hasta que comprendieron la mecánica, fueron evidentes. Categóricamente puedo decir, por experiencia propia en la organización y conducción de al menos cuatro debates, que es mucho más fácil criticar a los candidatos, a los conductores y al formato, que organizarlo, planificarlo y llevarlo a la práctica.

Los temas elegidos por el Comité Nacional de Debates, fueron los más importantes que el país quería que se toquen. La segunda vuelta dará la opción de reformar el reglamento y afinarlo para que los candidatos tengan tiempo suficiente de desarrollar la temática, hacer verdaderas réplicas de contenido y se puedan abordar otros temas fundamentales que quedaron por fuera aquel 13 de agosto (podría mencionar, la policía internacional, la política de comercio exterior, los modelos económicos y energéticos, la protección de la dolarización, etc.)

El debate del 13 de agosto empezó a clarificar la intención de voto. Desde la misma noche el posdebate empezó a consolidar tendencias, a debilitar a varios de los candidatos y a modificar sensiblemente las opciones del paso a la segunda vuelta. 

El correísmo proclamaba unas semanas antes que triunfaría en una sola vuelta. La candidatura de Luisa González sufrió varios tropiezos. Un par de rebuznos inoportunos sobre la desdolarización, el dinero electrónico sin respaldo, y hasta las posibles reuniones de ‘pacificación’ con los diez más buscados de cada provincia dejaron perplejos a partidarios y rivales y afectaron a la candidata.

Ahora insisten en tomar el dinero de la reserva monetaria, que no le pertenece a gobierno alguno sino a los depositantes; habría que instaurar un debate técnico serio y sin demagogia al respecto.

El crimen del candidato presidencial Fernando Villavicencio le supuso al apoyo blando de la RC un duro golpe en los números.

La puesta en escena de Luisa González en el debate, insistiendo en la suficiencia de que todo ya lo habían hecho en el pasado y la audacia de mencionar la Refinería del Pacífico, el gran fracaso en materia de obras monumental del correísmo, donde se gastó USD 1500 millones en aplanar un inmenso terreno sin cumplir a oferta, fue otro error imperdonable y que deberá ser juzgado por la historia.

El posdebate y las encuestas

En aquel debate, y el posdebate, especialmente, la conversación, el ‘social listening’ y los comentarios se los llevó Daniel Noboa, que se mostró algo nerviosos en su primera intervención, pero se fue asentando de modo paulatino hasta generar la sensación de haber sido el triunfador, de acuerdo a muchos entendidos.

Investigadores serios empezaron a advertir el crecimiento espectacular en las encuestas de Daniel Noboa desde el 14 de agosto en adelante, luego el repunte de la candidatura correísta y el derrumbe de Jan Topic, cuya candidatura había crecido luego del asesinato del alcalde Manta. Todos advertían que la candidatura de Christian Zurita y Andrea González en representación de Fernando Villavicencio ascendía y captaba adeptos. Los indecisos terminaron apoyando a Noboa, a Zurita y, otorgando el paso a segunda vuelta del candidato de ADN.

Es muy curioso. La Asamblea fue la peor valorada de la historia, desde que existen investigaciones y datos. Pero dos candidatos finalistas son dos ex legisladores que se manejaron en ese ámbito con muy bajo perfil.

La Asamblea Nacional

El mapa de la Asamblea muestra la fortaleza de la Revolución Ciudadana que saca más puntos porcentuales que su candidata presidencial, obtiene medio centenar de curules, superando la cifra que obtuvo en el anterior ente legislativo.

El segundo bloque es el de Construye, el homenaje cívico y ciudadano a Fernando Villavicencio, el recuerdo póstumo a algunos de los postulados que simbolizó en la lucha contra la corrupción y las mafias.

Le sigue el Partido Social Cristiano, último vestigio de los partidos clásicos que dominaron el espectro político desde el retorno a los gobiernos civiles. Anclado a la candidatura de un outsider, Jan Topic, un candidato no afiliado que fincó su popularidad en el tema de la inseguridad y la mano dura obtiene una bancada nutrida, aunque al presidenciable no le alcanzó y quedó en cuarto lugar.

ADN, del candidato finalista Daniel Noboa tiene una bancada pequeña, que crecería con las fuerzas de los ‘curas sueltos’ o bancadas de movimientos dispersos, si Noboa gana la elección presidencial.

Luego está el bloque afín a Otto Sonnenholzner, un candidato formado y equilibrado, que acaso se plantee volver a terciar en presidenciales en el futuro, aunque de la fidelidad de sus legisladores nadie creo que pueda sostenerla ya que el mismo candidato, como los demás siete presidenciales salvo RC, no son afiliados a partido alguno.

La gobernabilidad y la relación entre el Ejecutivo y legislativo recién se empezará a atisbar una vez terminada la segunda vuelta electoral.

La segunda vuelta

En la línea de partida, para la carrera a finish del 15 de octubre, usando una vez más el símil del hipódromo, no habrá contendientes que entren por la tranquera, como fue el caso de Daniel Noboa.

Hay consultores que sostienen que una segunda vuelta es una nueva elección completamente distinta. Otros dicen que lo sembrado en primera vuelta es la base para la segunda.

En esta elección particular está por verse si hay novedades y cambio de rumbo. Por lo pronto trabaja la cocina interna de los candidatos, sus cuartos de guerra, los estrategas, jefes de campaña, grupos de comunicación, prensa, redes y contacto con la población en los medios, y los financieros. Una campaña requiere de una estrategia clara, un mensaje nítido sin confusiones, un equipo que sepa llevarla a la práctica, la sagaz combinación de la presencia en recorridos, lo más extensos e intensos posibles; una adecuada presencia en los medios tradicionales para llegar con sus ideas y captar adeptos y el complemento, cada vez más influyente, de las redes sociales.

Cualquier tropezón en campaña puede ser una caída y significar una derrota. Aquí ganará quien menos errores cometa. Si el voto de la gente es mayoritariamente emocional, el diseño de la campaña debe ser milimétricamente racional.

Para esta campaña de balotaje el futuro y el pasado juegan sus fichas. Luisa González reivindica el pasado al repetir que ‘ya lo hicimos’. Daniel Noboa, por su juventud expresa lo nuevo.

Para González, Correa, prófugo de la justicia y todo, es una figura de un liderazgo omnipresente. Puede ser su gran plataforma de lanzamiento o el lastre que le ancle a tierra sin dejarla despegar.

Para Noboa, reivindicar la figura de su padre y sus cinco derrotas parece ser cuestión de honor. Las prácticas clientelistas de su padre – acaso repetidas hoy – también pueden ser un lastre pesado. La figura de su madre Anabela Azín dulcifica su campaña y le da prestancia.

Noboa se plantea romper la dicotomía correísmo – anti correísmo. No termino de entender bien por qué prefiere atacar por varios frentes al Gobierno saliente. Debiera definirse, o confronta y lo hace contra Guillermo Lasso, Rafael Correa o quien se le interponga en el camino; o no confronta.  Debiera definirse de forma coherente. ¿O solamente no confronta al correísmo?

Hasta el 15 de octubre la campaña y el buen periodismo deberá mostrar de forma completa quienes son y qué significan cada uno de los candidatos presidenciales. El votante tiene en sus manos una definición crucial por el futuro del país.

Asistentes al mitin con el candidato presidencial Fernando Villavicencio se resguardan durante el tiroteo en el cual fue asesinado el aspirante hoy, en Quito (Ecuador). Al menos nueve personas heridas dejó el atentado en el que fue asesinado este miércoles el candidato a la Presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio, cuyo supuesto autor falleció después de un tiroteo con el personal de seguridad, según informó la Fiscalía General de Ecuador. EFE/ STR
El candidato a la Presidencia de Ecuador Christian Zurita, reemplazante del asesinado Fernando Villavicencio, llega a su centro de votación custodiado por un fuerte esquema de seguridad, durante la jornada de elecciones generales, hoy, en Quito (Ecuador). Ecuador avanza en sus elecciones generales extraordinarias y de dos plebiscitos ambientales contra el petróleo y la minería, donde están convocados a sufragar más de 13,4 millones de ecuatorianos. Los ecuatorianos votan para elegir un nuevo presidente o presidenta y a los 137 nuevos integrantes de la Asamblea Nacional (Parlamento). EFE/ Santiago Fernández
Guayaquil, 20 agosto de 2023. Candidato presidencial Daniel Noboa brinda rueda de prensa al ser el candidato que pasa a segunda vuelta electoral. Fotos: Jimmy Negrete/API

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