Uno de los principales partidos de la ultraderecha chilena se desmarcó este lunes de los actos por el 50 aniversario del golpe de Estado del general Augusto Pinochet contra el gobierno democrático de presidente socialista Salvador Allende y emitió un comunicado en el que vuelve a justificar el golpe, lo califica de «inevitable» y culpa al gobierno de coalición de la Unidad Popular (UP) de la acción antidemocrática del Ejército.
En un comunicado, la Unión Demócrata Independiente (UDI), fundada en los años 80 por uno de los principales civiles aliados de Pinochet, afirmó que «los acontecimientos del 11 de septiembre de 1973 marcaron y seguirán marcando de manera decisiva la historia de Chile. Ello exige una profunda y permanente reflexión en torno a sus causas, su significado y sus consecuencias políticas para Chile”.
Un ejercicio de revisión histórica que para la UDI “tiene como antecedente causal directo la situación extrema que vivía Chile, marcada por el odio, la legitimación de la violencia como vía de acción política y la severa polarización provocada por un sector de la izquierda chilena”.
“Una reflexión seria y honesta exige, asimismo, reconocer que el proyecto político de la Unidad Popular, de encaminar a Chile hacia una revolución socialista, fue progresivamente resistido por una mayoría”, subraya la nota antes de asegurar que Allende instigó una “confrontación” con la Contraloría, la Corte Suprema y el Congreso para imponer su agenda.
«Inevitable»
“Entre 1970 y 1973 sobrevino un quiebre social, político e institucional respecto del cual el 11 de septiembre se transformó en algo inevitable.. Chile ha transitado en 50 años un camino de reconstrucción de nuestra democracia y de sus instituciones” y “sigue y seguirá siendo el reencuentro entre chilenos”, recalca.
La UDI incluye en la nota una “condena sin matices las violaciones a los derechos fundamentales», sin detallar a cuales se refiere, pero cree que «Chile debe persistir en el camino de la justicia y la reparación, por el camino institucional, civil y penal”, en un compromiso con los llamados valores republicanos chilenos «en su más amplio y profundo sentido: respeto institucional, entendimiento democrático, condena a la violencia, protección de las libertades y de los derechos fundamentales”.
El comunicado cierra con una dura crítica al actual presidente, el izquierdista Gabriel Boric, y los actos oficiales conmemorativos por el 50 aniversario, en los que el mandatario ha tratado, sin éxito, incluir a todas las corrientes políticas y sociales.
Chile Vamos
“Sentimos que el Gobierno haya frustrado el deseo mayoritario de una conmemoración en unidad, con reflexión y respeto democrático de las visiones irreconciliables”, afirmó.
Tanto la UDI como el partido de ultraderecha Republicanos, ambos con representación en el legislativo, y la derecha tradicionalista unida en la coalición «Chile Vamos» se han negado a suscribir una declaración de unidad promovida por la presidencia y no han participado en el acto central realizado hoy en el palacio de la Moneda, asaltado a sangre y fuego hace 50 años, al que han asistido varios jefes de estado, familiares de víctimas, activistas y hasta artistas internacionales. EFE