
El clásico de la lengua. La del logo más rentable de la historia, 50 libras en 1970, que se ha convertido en la imagen eterna e icónica de los Rolling Stones. La imagen del futbolista del momento, Jude Bellingham, que saca la lengua como hacía Michael Jordan. En carrera, con el balón en los pies, y tras una celebración que también ha creado como seña de identidad.
La elástica azulgrana barcelonista mostrará la rebeldía del logo de los Rolling Stones en el pecho. Se agotaron en horas. Producto de culto para los amantes del fútbol y la música. 1.899 camisetas que duraron minutos a la venta en la web del club. Joya para coleccionistas por 399 euros.
La lucirán por el acuerdo de patrocinio del Barça con Spotify un grupo de jóvenes descarados que marcan el paso de un Barcelona que pone en valor a su cantera con la firme apuesta de Xavi Hernández. Devolver a La Masía lo que un día impulsó su carrera. La de un centrocampista único en la historia del fútbol español que daba sentido al juego del club de su corazón y al de la selección española de los récords.
Lamine Yamal, Gavi, Fermín López, Alejandro Balde, quien sabe si el esperado Pedri y Marc Guiu como última perla en dar el salto. Jóvenes, algunos adolescentes, que apenas conocerán a sus ‘satánicas majestades’, leyendas del rock tras 61 años sobre el escenario. Desde 1970, ocho después de su creación, con una imagen inconfundible.

Diseñada por un joven diseñador llamado John Pasche cuando estudiaba diseño gráfico en el Royal College of Art de Londres. Una boca tan grande como la de Mick Jagger y una lengua inspirada en la diosa hindú Kali. Un logo de unos 70 euros que adquirió en 2008 el Museo Nacional de Arte y Diseño de Londres por 63.825 euros.
La lengua fuera también se ha convertido en seña de identidad de Bellingham en un estreno para la historia como jugador del Real Madrid. Once goles en doce partidos para un centrocampista que ha dado un salto de calidad en el momento de mayor presión. Cuando un club ha pagado más de cien millones por el traspaso. Enterrando leyendas fubtolísticas como la necesidad de un tiempo de aclimatación en el cambio de liga, mayor aún para futbolistas británicos.
Bellingham saca la lengua en jugadas y en la celebración de sus goles. Tras mirar a la grada con los brazos abiertos. Deteniendo el tiempo en el momento de máxima felicidad. Viendo la euforia en la celebración del aficionado en la grada. Desde sus inicios en el Birmingham, en una carrera que no ha tenido freno.
Protagonista a puertas de su primer clásico por una molestia muscular que no le impedirá estar en Montjuic, con el Camp Nou en obras por su reconstrucción, y por ser el nuevo líder del equipo de Carlo Ancelotti tras una mutación de su fútbol. Ya apuntaba maneras en el juego ofensivo pero hasta la fecha, nada que ver con su aportación al Real Madrid.
Once goles por cuatro que tenía de media a estas alturas de las tres últimas campañas; tres asistencias por las dos que promediaba. Con más encuentros, doce, siempre de titular. Un sólo día de descanso en la oficina por rotación.
Nadie que no fuese Cristiano Ronaldo fue capaz de superar la aportación de Bellingham en un inicio de temporada con el Real Madrid. Lo hizo en cuatro temporadas. El inglés supera a nueves puros como Van Nistelrooy, Karim Benzema, Ronaldo Nazario o Iván Zamorano. Y eso que su posición es la de mediapunta en fase ofensiva, con un gran desgaste físico cuando defiende y cae a la banda izquierda para liberar a Vinícius de un desgaste extra en los momentos en los que el Real Madrid no tiene la posesión.
Los datos plasman la transformación de Bellingham antes del clásico. Promedia 0.88 tantos por encuentro (0.33 el pasado curso), dispara más -2.63 tiros por encuentro por 1.84 en el Borussia Dortmund- y con mayor efectividad (55% por 43%). Lanza el doble de desmarques -17 por 9-, vence el 50% de los duelos ofensivos, hace más daño en la zona de peligro con 4.78 toques en área rival cuando la pasada temporada promediaba 2.67 y 0.96 pases clave. Un futbolista total que es la gran amenaza barcelonista. EFE