El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este martes un foro de inversiones y animó a los empresarios nacionales y extranjeros a apostar en el país como un polo para la nueva «revolución» de la economía verde.
Lula inauguró la sexta edición del llamado Brasil Investment Forum (BIF) y aseguró que su Gobierno pretende ofrecerle a la empresa privada todas las garantías necesarias para que se sumen al esfuerzo global por llegar a métodos de producción realmente sustentables.
«Vamos a garantizar estabilidad política, social, jurídica, fiscal y queremos garantizar la posibilidad de que ustedes aporten su inteligencia empresarial para que este país crezca cada vez más» y lo haga con «conciencia» y «protegiendo» al medioambiente, declaró.
«El planeta está dando un aviso y pide que no lo destruyan porque todos seremos destruidos con él», por lo que «o hacemos las cosas con seriedad o seremos víctimas de nosotros mismos», afirmó.
Según Lula, «para defender la industria, la mano de obra calificada o el valor agregado, no necesitamos desmerecer a la agricultura», que hoy «está produciendo mucho más con menos tierra» gracias a «la tecnología», que debe guiar todos los procesos productivos en favor de un futuro más sustentable.
El mandatario subrayó la «gran posibilidad de que Brasil sea el mayor productor de energía limpia y renovable del planeta», gracias a «una naturaleza que garantiza sol y agua todo el año», pero que requiere «ser cuidada» por el Estado y por el mundo empresarial.
También pidió al sector privado que no desconfíe del Estado y que lo vea como uno de los «mejores socios» que puede tener.
«No es necesario disminuir el tamaño del Estado para favorecer a la empresa privada», pues «si el Estado se sitúa como inductor del proceso económico» puede dar lugar a sociedades «muy sanas» entre lo público y lo privado, y ofrecer «alternativas o créditos baratos» para un mayor desarrollo.
Potencial verde de Latinoamérica
Al evento asistió también el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el brasileño Ilan Goldfajn, quien al igual que Lula destacó las «oportunidades» que el proceso de transición energética ofrece tanto para Brasil como para el resto de América Latina y el Caribe.
Goldfajn admitió que la región «continúa enfrentando desafíos», con «una creciente demanda por mejoras sociales junto con restricciones fiscales», a lo que agrega «el impacto socioeconómico del cambio climático».
Sin embargo, según el presidente del BID, la «extraordinaria» riqueza de América Latina y el Caribe en términos de «naturaleza y diversidad» debe ser parte «de la solución de los desafíos globales» e impulsar el necesario cambio en los modelos de producción y consumo.
El foro ha sido organizado por la estatal Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones y Inversiones (ApexBrasil) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El evento reúne a autoridades gubernamentales, empresarios brasileños y extranjeros que operan en el país y expertos de instituciones públicas y privadas que debatirán diversos asuntos, como desarrollo sustentable, seguridad alimentaria, innovación, tecnología, industrialización y transición energética, entre otros. EFE (I)