«El Metro de Quito es una extraordinaria obra de movilidad, pero tiene una función básica de recuperar el sentido de orgullo, de identidad, de pertenencia, pero también de integración porque estamos acercando el norte, el centro y el sur; estamos generando una cultura cívica ciudadana», expresó Augusto Barrera, exalcalde de Quito.
Barrera, indicó en una entrevista para 24 Horas, que esta es una obra que lo llena de alegría «porque estas obras trascienden la administraciones no son de personas, ni de partidos»; este es un sueño materializado, pese a que sostiene que los 13 años que demoró su puesta en funcionamiento fue mucho tiempo, «debió haberse inaugurado y puesto en funcionamiento en el año 2018», manifestó el exalcalde.
Así mismo, Barrera señala las dos razones que frenaron la brevedad del proyecto. Indicó que la primera razón fue la demora de la construcción de la Fase dos y esto ocurrió en la transición de su alcaldía con la de Mauricio Rodas; la segunda es que nunca se definió un modelo operativo.
Teleamazonas informa que Barrera hizo énfasis en el gran desafió no ejecutado hasta ahora que es organizar el sistema de movilidad que encierra el Metro de Quito. Puso como ejemplo que hasta el momento una parte de los buses, sus rutas y frecuencias no están organizados en términos del sistema.
Augusto Barrera señaló que es necesario «sentarse, ejercer la autoridad pública y trabajar con los señores de los buses para que ellos se estructuren en función del sistema y no al revés».