
Los cuatro menores de una misma familia, entre ellos un bebé de cinco meses, fueron asesinados en el Guasmo Sur, en Guayaquil. Este 13 de diciembre, sus restos están siendo velados en casa de sus abuelos, cerca de donde ocurrió la masacre.
Familiares, amigos y vecinos se han acercado a la Cooperativa Guayas y Quil, donde lamentan la muerte de los infantes. En una entrevista para En Contacto, el padre de los niños exigió justicia y ayuda a las autoridades: «Mis hijos ya no están, solo pido a las autoridades que esto no quede en la impunidad».
Expresó que ha recibido llamadas y donaciones por parte de las ciudadanía: «Gracias a Dios están llegando las llamadas están donando». De igual forma, dijo que Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil, ha buscado comunicarse con ellos. De forma preliminar se sabe que los cuerpos serán enterrados este 14 de diciembre, pero aún se espera la confirmación de la Alcaldía de Guayaquil, institución que colaboraría con las inhumaciones.
«Por fuera estoy tranquilo, pero por dentro estoy destrozado fuertemente. En el momento del sepelio yo voy a estallar, me voy a desahogar» , lamenta el padre de las víctimas.
Por otra parte, la madre de los niños, de 24 años, aún está hospitalizada y su estado es crítico. Ella estaba embarazada y tuvo que ser sometida a una cesárea, pues una de las balas también acabo matando al feto.
Ecuavisa informa que el padre de 28 años solicitó ayuda para los medicamentos de su mujer que requiere ampollas:
«Está en estado crítico, entre la vida y la muerte espero que Dios haga su obra y me la salve. Ella es la única que me está quedando», dice padre de los niños sobre el estado de su esposa.