
En la 18ª jornada de LaLiga, el Real Madrid logró una victoria ajustada de 1-0 sobre el Alavés este jueves por la tarde. El tanto decisivo llegó en los minutos finales gracias a un cabezazo de Luis Vázquez. Este gol desencadenó la euforia en el equipo madridista y la furia en Luis García, el entrenador de los Babazorros.
A pesar de que parecía que el Alavés aseguraría un empate ante el Real Madrid, el cabezazo de Vázquez impidió tal resultado. La reacción enérgica de García incluyó expresiones de disgusto en el banquillo de los Babazorros. Posteriormente, el entrenador protagonizó un comportamiento errático, pateando el carrito de las botellas de agua, agarrando a uno de sus colaboradores por la campera y lanzando su gorro y campera antes de sentarse en el banco y continuar expresando su frustración mediante gritos y golpes contra el asiento.