Ecuador busca diálogo con Rusia por suspensión a exportadoras de banano

Oficina Comercial del Ecuador en Rusia.

La Oficina Comercial del Ecuador en Moscú ha solicitado una reunión urgente con representantes del Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario de Rusia (Rosselkhoznadzor), tras un pedido de suspensión de la certificación de cinco exportadores ecuatorianos de banano.

Según informó la autoridad fitosanitaria rusa, Rosseljoznadzor, han pedido el 2 de febrero de 2024 al ministro de Agricultura y Ganadería de Ecuador, Franklin Palacios, que se suspenda temporalmente a partir del próximo lunes la certificación de exportación de plátanos de varias empresas debido a la presencia de moscas jorobadas.

La solicitud rusa se basa en una presunta detección sistemática de la mosca Megaselia scalaris, conocida como mosca jorobada y portadora del cólera, en el banano ecuatoriano. Se trata de una plaga «considerada peligrosa para Rusia y los países de la Unión Económica Euroasiática«.

La delegación ecuatoriana estará encabezada por el embajador en Rusia, Juan Fernando Holguín, e integrada por Luis Fernando Rivadeneira Ortega, director encargado de la Oficina Comercial en Moscú.

Los exportadores ecuatorianos afectados son Agzulasa, Don Carlos Fruit; Agroaerero Fruit Export, Asociación de Producción Agropecuaria de El Oro (Asoproagroro) y Comersur.

Según las autoridades fitosanitarias rusas, «en caso de que la parte ecuatoriana no tome medidas efectivas y continúe detectándose la presencia de dicha plaga en los plátanos, Rosseljoznadzor se verá obligado a pasar a la siguiente fase de medidas restrictivas», señala la nota oficial.

Armamento ruso

La decisión de la autoridad fitosanitaria ha coincidido con la condena de la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, de la decisión del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, de entregar material militar ruso a Estados Unidos para su posterior reenvío a Ucrania.

«Si se tratara de chatarra, como la llaman en Ecuador, difícilmente Washington propondría su cambio por equipos modernos, por cierto, por una cantidad bastante alta. Esperemos que Quito lo entienda así», aseguró.

Zajárova recordó que todos los socios de la industria militar rusa son conscientes de que los contratos establecen la obligación de no entregar dichos equipos a terceras partes sin el consentimiento de Moscú.

«Una decisión tan precipitada fue adoptada por la parte ecuatoriana bajo serias presiones de figuras interesadas desde el exterior», dijo.

Noboa aseguró el pasado 30 de enero que se trataba de «chatarra», material bélico no operativo y nunca «equipamiento de guerra».

Más relacionadas