El Museo de Brooklyn inicia exposición de arte afroamericano con piezas donadas por Alicia Keys

NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS), 06/02/2024.- Una mujer toma una foto a fotografías de Deana Lawson, perteneciente a la colección de arte de la cantante Alicia Keys y su marido el productor Swizz Beatz, titulada 'Giants' ('Gigantes'), hoy, en el Museo de Brooklyn en Nueva York (Estados Unidos). El museo de Brooklyn reivindica en su próxima exposición la presencia de artistas afroamericanos en los museos y abre una "gran" conversación sobre la discriminación racial a través de una colección de casi 100 obras donadas temporalmente por los artistas Alicia Keys y su esposo Swizz Beatz. EFE/ Ángel Colmenares

El museo de Brooklyn reivindica en su próxima exposición la presencia de artistas afroamericanos en los museos y abre una «gran» conversación sobre la discriminación racial a través de una colección de casi cien obras donadas temporalmente por los artistas Alicia Keys y su esposo Swizz Beatz.

‘Giants’ (‘Gigantes’) es el título del conjunto de 98 obras que forman parte de la donación de la familia Dean (el apellido real del productor de hip-hop y DJ Swizz Beatz, Kasseem Dean) y que podrán verse a partir de este sábado 10 de febrero y hasta el 7 de julio en el interior del museo neoyorquino.

Alicia Keys.

«Queremos recordar al público que hay muchos artistas, y que el mundo del arte puede estar muy sesgado en cuanto a qué historias y qué artistas reciben atención, reconocimiento e inclusión en los museos. Debemos ampliar siempre las historias que contamos y los nombres que damos a conocer», explicó a EFE la comisaria de la exposición, Kimberli Gant.

El título de la muestra hace referencia a diversos aspectos que caracterizan la exposición, como el amplio recopilatorio de piezas de emblemáticos artistas o la inclusión de inmensos murales, y está relacionado con la férrea creencia de los Dean de que «todos los artistas son gigantes».

La pareja -originaria de Nueva York- comenzó a coleccionar obras de arte hace 25 años, y a través de su apertura al público ambos pretenden ahora reunir a la comunidad del distrito de Brooklyn en un lugar enfocado en las artes y la creatividad, tal y como explican en una grabación que el espectador puede escuchar en la propia muestra.

La primera parte de la exposición, ‘Becoming Giants’ (‘Convirtiéndose en gigantes’), abre con la recreación de un cuarto infantil elaborado por el jamaicano Ebony G. Patterson y ahonda en la faceta de coleccionistas y el inicio de las prolíficas carreras musicales de los Dean, galardonados con varios premios Grammy.

Exploración del arte afroamericano

El espectador continúa su viaje a través del arte afroamericano con ‘On the shoulder of giants’ (‘A hombros de gigantes’), una serie de salas en las que destacan la pintura abstracta de la sudafricana Esther Mahlangu -que representa a través de llamativos colores la tradición de la etnia sudafricana ‘ndebele’ de pintar sus casas- y una obra del reconocido Jean-Michel Basquiat, en la que homenajea al escritor afroamericano Langston Hughes.

Pero la obra más llamativa es un inmenso mural del retratista Kehinde Wiley, en el que reinterpreta una escultura de mármol elaborada originalmente por el francés Auguste Clesinger: en su obra, Wiley pinta a un hombre negro tumbado entre flores en una actitud desenfadada, haciendo uso de técnicas y estilos históricamente asociados con los retratos de artistas blancos europeos.

La exposición finaliza con ‘Giant Conversations’ (‘Conversaciones gigantes’), un recopilatorio de obras que critican la discriminación histórica y los estereotipos asociados a la población afroamericana, incluyendo obras de artistas como Deborah Roberts (Texas), que reivindica en varios ‘collages’ la belleza de las jóvenes afroamericanas y critica el estándar de belleza europeo.

 En esta sección, el público también podrá ver una pintura de Qualeasha Wood, originaria de Nueva Jersey, en la que expresa la feminidad de las mujeres afroamericanas ‘queer’ a través de la representación de varias vírgenes negras en la que combina la iconografía católica con la tecnología de la sociedad actual, pues una de las figuras sostiene un teléfono celular en la mano.

Según el museo, parte de la muestra -cuyas entradas cuestan 27 dólares- entrará en la colección permanente de la institución. EFE (I)

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