
Guayaquil, Ecuador
Por disposición de la Corte, el Ministerio de Salud Pública (MSP) se encuentra trabajando en el reglamento que permitirá regular el procedimiento para la aplicación de la eutanasia, tanto voluntaria como avoluntaria.
Ecuador se ha convertido en el segundo país de Latinoamérica en darle luz verde a la eutanasia, entonces podría parecer oportuno reflexionar sobre como este hecho histórico y controversial podría afectarnos, pues sin importar el papel que desempeñemos, es deber de todos y cada uno de nosotros, participar en la formación del carácter moral de la sociedad , por el bien del hombre y la mujer, por el destino de las generaciones futuras.
Se dice que “Eutanasia Voluntaria” es la que se realiza a petición expresa del paciente, y «Eutanasia Avoluntaria» aquella que se aparta de la voluntaria.
El documento que está preparando el MSP incluye a esta última, lo que implica que también se podría aplicar en el país, la eutanasia en la que la decisión la toma un tercero (pariente del enfermo y/o el Estado) sin que haya posibilidades de conocer la determinación del enfermo debido a que éste no tiene la capacidad para elegir entre vivir o morir; así como la eutanasia en que la decisión la toma un tercero (un funcionario del Estado) sin pedir el consentimiento de un pariente del enfermo capaz de expresar su elección, o en contra de su voluntad.
Dentro de este contexto, se podría decir que cualquier enfermo que encaje en el perfil que disponga la ley que se está preparando, podría ser candidato para que se le aplique la eutanasia, con o sin su consentimiento, o el de sus familiares. Debemos estar conscientes de como esto podría marcar el destino de la salud, y la vida misma, de todo enfermo, inclusive los niños.
Pongamos como ejemplo el caso de Paola Roldán Espinosa, la mujer de 42 años dignosticada con ELA (enfermedad degenerativa) que puso en agosto de 2023 la demanda que comenzó la batalla por la despenalización de la eutanasia e impulsó constantemente la causa, aludiendo al rápido avance de su enfermedad.
Muchas personas podrían suponer que le urgía poder tener acceso a la eutanasia; sin embargo, tras conseguir su victoria, Paola ha decidido no pedir que se la apliquen, dando testimonio de que el derecho a la vida debe prevalecer sobre cualquier otro. Hoy ella pudo elegir vivir, pero si la ley no es bien redactada, podría suceder que en el futuro, los enfermos en su posición, no tengan esa misma opción, luego que un juez ordene su muerte.
La Asamblea del Ecuador asumirá una gran responsabilidad al momento de legislar la ley que despenaliza la eutanasia, y deberá estar muy atenta para no convertir a jueces y médicos ecuatorianos en verdugos.
Es hora de que todos tomemos decisiones y acciones que alerten sobre lo que realmente implica despenalizar este gesto homicida. El progreso de nuestro pueblo no puede medirse solo por el desarrollo económico, depende mucho del desarrollo social, y el código moral al que nos acogemos.
