Rochester, Estados Unidos
Qué bueno que se haya tomado cartas en el asunto de los latisueldos. Son ese tipo de iniciativas que no solucionan mucho pero que contentan a una población atenta a los lunares más no al verdadero cancer que agobia al Estado.
Ese cancer es la irresponsabilidad y codicia de los políticos.
Pocos se preguntan cómo se llegó a pagar a un burócrata más de diez veces de lo que gana el Presidente de la República.
Pocos indagan sobre las prebendas de los contratos colectivos, sobre las indemnizaciones millonarias que garantizan bajo el remoquete de la «estabilidad laboral“, sobre el eternizarse de los representantes sindicales, sobre las concesiones que administradores irresponsables han permitido a pesar de conocer sus consecuencias.
Únicamente se escandalizan y siguen en lo suyo.
Muy poco se hace desde la órbita de los verdaderos responsables de mantener estos contratos vigentes.
Ni tampoco los órganos pertinentes actúan frente a ese desangre permanente de los fondos públicos.
Todo es secreto e intocable, como los contratos petroleros con China y afines, que por lo demás, han significado pérdidas millonarias para el País sin que exista correctivo alguno.
Ese es un tema, a no dudarlo, que ahorraría egresos muy superiores a los contratos colectivos que hoy se cuestionan.
Pero claro, allí existen intereses millonarios que se ocultan cuidadosamente, a tal punto que intermediarios mafiosos continúan negociando petróleo a pesar de los cuestionamientos internacionales a su gestión.
El Presidente Noboa, que tiene experiencia en ese mercado, debería ser el primero en detener la hemorragia de recursos que la mala administración de Petroecuador malbarata y no controla.
Esa decisión significaría un ahorro inmediato para las finanzas nacionales, y su profesionalización un incentivo para inversiones foráneas, hoy detenidas por la combinación nefasta de inestabilidad jurídica y corrupción en todos los niveles.
Si vamos a atacar la corrupción, que sea donde más dinero se produce y donde más corruptos moran.
¡Tiene gran apoyo y popularidad Presidente! ¡Úselo sabiamente!
