
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, reaccionó ante la pretensión de México, que pidió una eventual expulsión de Ecuador de la ONU, tras el asalto de la embajada mexicana en Quito.
En su denuncia ante la Corte Internacional de Justicia, incluso México solicita excluir a Ecuador de todos los asuntos relativos a la membresía en la ONU.
Pero, Guterres, a través de su portavoz Stéphane Dujarric, trató de quitar hierro al conflicto bilateral y dijo que espera que «las tensiones entre Ecuador y México sean tratadas mediante el diálogo».
También recordó que la ONU ha expresado su «condena por las flagrantes violaciones a la ley internacional (…) cuando la embajada (mexicana en Quito) fue asaltada» el pasado viernes.
Aquel 5 de abril, la policía ecuatoriana irrumpió en la delegación mexicana con la finalidad de capturar al exvicepresidente Jorge Glas, acusado de varios cargos de corrupción. Además, Guterres señaló que una eventual salida de Ecuador del organismo «depende de los Estados miembros».
En su querella ante la Corte, México exige «la suspensión de Ecuador como integrante de la Organización de las Naciones Unidas en tanto no se emita una disculpa pública, reconociendo las violaciones a los principios y normas fundamentales del derecho internacional», dijo la canciller mexicana, Alicia Bárcena, en una conferencia.
La demanda mexicana no parece fácil de cumplir a juzgar por la propia historia de la ONU: desde su fundación, solo un Estado ha sido expulsado. Aquello fue en 1971, cuando Taiwán fue despojado del asiento de la República de China, que en su lugar fue entregado a la República Popular de China.
Ecuador no solo es miembro de pleno derecho de la ONU sino que en este mismo momento tiene asiento en el Consejo de Seguridad dentro de la cuota de países latinoamericanos y caribeños, un puesto que ocupa desde junio de 2022. EFE