Camionetas robadas y autos desvalijados al norte de Quito

Tres camionetas robadas y una decena de autos fueron desvalijados de un parqueadero del Comité del Pueblo, al norte de Quito. El guardia del establecimiento fue amedrentado con un arma de fuego, amarrado y luego metido en una bodega.

El suceso, que fue grabado por cámaras de seguridad, sucedió en las instalaciones del centro de comercio municipal de este sector el 10 de abril del 2024. En las imágenes se ve a un grupo de personas armadas irrumpir en el parqueadero.

Luis, el guardia de seguridad, cuenta que él salió a atender a un aparente usuario, pero rápidamente un sujeto encapuchado y armado se bajó y le apuntó con un arma de fuego. «Me encañonaron, me llevaron a una bodega y me amarraron», dice conmocionado por el atraco.

El guardia dice que pensó que lo iban a matar porque una mujer, que participó en el robo, gritó: «Ya mátale». En el video se que que alrededor de diez personas participaron en el robo y desmantelamiento de carros. Tres camionetas seleccionadas fueron sacados del lugar, y otros fueron desvalijados.

«Es una situación planificada porque la manera de actuar es de una banda grande. Son más de 10 personas que ingresaron y en cuestión de minutos se sustrajeron los vehículos» cuenta Patricio, morador del Comité del Pueblo.

Los dueños de los autos afectados están indignados, desesperados y preocupados por la situación. Indican que dejaron sus autos en este lugar porque pensaban que era seguro, pero resultó que los delincuentes hallaron una oportunidad para llevarse del lugar varias camionetas.

Las afectaciones por auto llegan hasta 3 000 dólares. Por ello, solicitan a las autoridades actuar de manera inmediata para identificar y atrapar a los responsables de este crimen. La Policía Nacional dijo que se inició la investigación para situar a esta banda.

Según Teleamazonas, ante la ola de inseguridad, los ciudadanos decidieron hacer uso del parqueadero pues varios de los moradores no contaban con estacionamientos, pero también recaudar dinero con la finalidad de cubrir los gastos básicos del lugar.

«Como centro de comercio hemos tratado de dar las seguridades del caso, pero lamentablemente no nos abastece. Nuestra solicitud es que la Policía también nos acompañe y se realicen operativos constantes», afirma Margot, moradora del sector.

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