Tras los pasos de Paul Auster

Diego Montalvo

Quito, Ecuador

Paul Auster es una prueba viviente, más porque murió hace poco, que la Academia Sueca del Nobel se equivoca de manera garrafal al dar sus galardones. Auster encabeza la lista de los “no-nobeles” que, en los últimos premiados, se ve un vicio de poca crítica e interés por la buena literatura. Han sido poco, por no decir nada, destacables. Se han dado prioridades a los “nada conocidos” y por ello son autores irrelevantes quienes han sido Nobeles estos últimos años. Si se mira a grandes escritores como Cormac McCarthy o Philip Roth, obviamente a Auster, se evidencia que es imperdonable que jamás hayan recibido el Nobel de Literatura, tomando en cuenta que este premio no se lo da de manera póstuma.

Paul Auster es uno de los grandes de la literatura norteamericana que expresa en sí mismo una pasión por narrar la cotidianidad, la vida de la gran ciudad y desentrañar la sociedad en los Estados Unidos. Auster tiene esa esencia de lo que hizo anteriormente John Dos Passos (otro no-nobel dicho sea de paso) con su Trilogía USA o la inmortal Manhattan Transfer. En ese sentido, de manera muy apasionada, Auster recrea, homenajea, el estilo de Dos Passos con La Trilogía de Nueva York (que se compone de Ciudad de cristal (City of Glass, 1985), Fantasmas (Ghosts, 1986) y La habitación cerrada (The Locked Room, 1986) todas publicadas en español por Anagrama.

Ciudad de cristal es el relato de un escritor que se enfrenta a la gran ciudad, a sus vicios y una llamada que lo tiene al borde de la locura y la redención. Fantasmas es en sí un título metafórico y poético en el que un detective se enfrenta a un caso muy complejo que lo envuelve en los vicios y excesos por la complejidad y el desastre moral al que se enfrenta. Está expuesto precisamente a los fantasmas tanto de sí mismo como de la metrópoli. Finalmente, La habitación cerrada —casi una maliciosa ironía a la idea de Una habitación propia de Virginia Woolf—, la novela habla del escritor enfrentándose a sus demonios, que lo atormentan tras la desaparición misteriosa de su amigo de la infancia.

El tema de la creación literaria, fue algo tan envolvente para Auster que lo explora en su novela (mezclada con el ensayo literario) Leviatán que muestra el deseo de escribir mezclado con un sinnúmero de tormentos que enfrentan al autor y a sus lectores. Con 4321 fue justamente la «redención» del escritor norteamericano porque supuso el fin a siete años de silencio literario con una obra que tiene 957 páginas. Auster fue siempre un gran interesado en la vida y el azar. Justamente 4321 narra cómo se dan las circunstancias de la vida dependiendo de las diversas situaciones. La obra se compone de cuatro escenarios de «las vidas» del pequeño Archie, Archibald Isaac Ferguson, contadas desde su nacimiento hasta sus 20 años de edad. Ferguson crece con los mismos padres judíos de clase media, Stanley y Rose, así como con muchos de los mismos amigos, incluida Amy Schneiderman, su novia/amiga.

Sin embargo, la vida de Ferguson cambian según sus circunstancias, como el hecho de crecer, el amor y enamoramiento de Amy y la relación con sus padres.  Como son eventos individuales del personaje, parecerían cuatro novelas distintas, pero Auster va entretejiendo las historias para evidenciar justamente que, si algo cambia en el presente o en el pasado, las realidades actuales también se modifican. La historia se desarrolla en Newark, Nueva Jersey, Nueva York, París y Londres en las décadas de 1950 y 1960.

Ir tras los pasos de Auster, que dejó este mundo el pasado 30 de abril por el cáncer de pulmón, es realmente interesante y complejo. En su vida se destacó por estar del lado de las libertades, rechazó ir a Turquía y China por las fuertes represiones en esos países («que no tienen leyes democráticas», según el propio autor). Se puso contra Donald Trump, encabezando la lista de intelectuales que lo criticaron por sus políticas. Inició en la literatura con un remedo de novela negra al estilo de Raymond Chandler y Dashiell Hammett llamada Jugada de presión de poco éxito comercial y editorial. En 1999 regresó a la novela con Tombuctú, El libro de las ilusiones (2002), La noche del oráculo (2004) y con Brooklyn Follies (2005). En 2006 obtuvo el Premio Princesa de Asturias de las Letras.

Fotografía de archivo del escritor estadounidense Paul Auster posando durante la presentación de su novela «4321», el 4 de septiembre de 2017, en Madrid (España). El aclamado novelista estadounidense Paul Auster, autor de una prolífica obra en la que destacan la ‘Trilogía de Nueva York’, ‘La invención de la soledad’ o ‘Ciudad de cristal’, murió este martes a los 77 años, según informó The New York Times. EFE/J.P.Gandul ARCHIVO

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