
Para el Gobierno de Daniel Noboa, una de las razones de la crisis eléctrica es la presencia de mafias que han controlado el sector. Manipulan la justicia y manejan contratos.
El Ejecutivo investiga el problema que afecta al sector eléctrico, pero que se expresa mayormente en las unidades que funcionan a medias, no han recibido mantenimientos adecuados, tienen equipos embodegados y nunca fueron instalados.
Un ejemplo es Electroguayas. Tiene cuatro centrales de generación en Guayas y Santa Elena. Las dos pueden producir hasta 677 megavatios. Electroguayas es la tercera unidad de generación más grande después del complejo hidroeléctrico Paute y de la central hidroeléctrica Coca Codo Siclair, pero solo entrega 52% de su potencia.
Una situación parecida es la de Termomanabí, que tiene cuatro centrales para producir 189 megavatios y funcionan al 56% de su capacidad. Termogas Machala, en cambio, tiene 231 megavatios de capacidad, sin embargo, opera al 62%.
Según Roberto Luque, ministro a cargo de la cartera de Energía y Minas, los problemas que arrastran la mayoría de unidades también son fruto de la acción de las mafias del sector. El funcionario indicó, por ejemplo, a proveedores de diésel, empresas que hacen los mantenimientos de las centrales y los grupos que manejan los contratos colectivos en el sector privado.
Luque dio a saber que parte del problema está en los funcionarios del sector eléctrico que permiten que la situación se mantenga. En ese sentido, dice que ha hallado impedimentos en la firma de un fideicomiso de garantía para la construcción de nueve proyectos fotovoltaicos con financiamiento privado.
De igual manera, sostiene haber encontrado obstáculos para compra de electricidad de generadores privados con precios más baratos que los ofrecidos por Colombia.
Según Ecuavisa, Luque comunicó a la Asamblea Nacional que colaboradores negligentes del sector eléctrico han sido retirados de sus puestos, sin embargo, dijo que la inercia aún continua en el Ministerio de Energía y Minas.