
Guayaquil, Ecuador
Estas últimas semanas se ha vuelto bastante obvio que hay una enorme diferencia en cómo muchos cinéfilos recuerdan Mad Max: Fury Road y cómo el resto del mundo recuerda esa película. Si le preguntas a alguien que le gusta mantenerse al día con el mundo del cine, seguramente identificará a Fury Road como una de las mejores y más importante películas de este siglo mientras que si le preguntas a un miembro del público en general tendrás suerte si siquiera la recuerda.
Es por eso que no me sorprende ver a Furiosa: A Mad Max Saga teniendo problemas para superar la nueva película de Garfield en la taquilla. Mad Max no es una franquicia que despierta grandes emociones en la gente. Es básicamente lo opuesto a El planeta de los simios, una serie que siempre gana dinero porque ninguna estrategia de marketing puede ganarle al encanto de un chimpancé en la pantalla grande.
Pero, bueno, si no recuerdas, Mad Max es una serie de películas australianas ambientadas en un mundo caótico en el que las personas libran violentas batallas mientras conducen vehículos a altas velocidades. La franquicia empezó en los años setenta pero fue revivida en 2015 con el estreno de Fury Road, que se valió del dinero de Hollywood y la tecnología moderna para crear la película más visualmente espectacular de la historia que, de alguna manera, también tenía una excelente trama, muy buenos personajes y hasta temas profundos. La historia se centraba en el personaje de Imperator Furiosa (Charlize Theron), quien encabeza la rebelión contra un régimen tiránico en un mundo devastado por la guerra nuclear. Furiosa: A Mad Max Saga es una precuela que nos cuenta todo lo que le pasó antes.
Tengo sentimientos encontrados acerca de esta película. Desde el principio es audaz y ambiciosa, con una narrativa compleja y llena de ideas. Y al igual que su predecesora, está repleta de excelentes secuencias de acción que incluyen persecuciones en motocicleta, tiroteos y muchas explosiones, algo que siempre puedo apreciar. Pero mientras más pienso en ella, más me parece que se ve mediocre al lado de Fury Road.
Se siente extraño decir que Furiosa no es tan buena como la película anterior dado que muchas de las cosas que me gustaron de Fury Road están de vuelta. Tenemos apariciones de varios villanos y escenarios de esa cinta, pero por más que me guste verlos otra vez, no es lo mismo. Lo que hacía especial a esa película era que estaba llena de sorpresas. Mientras la veías, ibas descubriendo un mundo nuevo y extraño, como ese hombre que tocaba una guitarra eléctrica encima de un camión de guerra. Y mientras que Fury Road tenía muchas ideas interesantes que explorar y lo hacía de una forma concisa y efectiva, Furiosa es más bien obtusa y repetitiva.
Claro que también hay cosas nuevas, muchas de las cuales funcionan bastante bien. La madre de Furiosa (Charlee Fraser), por ejemplo, protagoniza el primer acto y es increíblemente efectiva como una heroína de acción con una gran presencia. Y también tenemos una trama llena de intriga política y alianzas estratégicas, algo que definitivamente nunca esperé ver en una serie de películas sobre persecuciones de autos.
Pero de todos los elementos nuevos, el más grande es el personaje de Dementus. Interpretado por Chris Hemsworth, Dementus es el histriónico líder de una banda de motociclistas que secuestra a Furiosa durante su niñez. Y tomando en cuenta que nuestro personaje titular casi no tiene líneas, Dementus es prácticamente nuestra figura central. Es un intento admirable de crear un villano excéntrico al estilo de Gary Oldman en Leon: The Professional, pero nunca funcionó del todo para mí. Hay un término en inglés que se me viene a la cabeza en esta situación: overwritten, que se usa para referirse a historias con demasiados detalles innecesarios. Dementus es un padre que perdió a sus hijos, es el líder carismático de un grupo peligroso, es increíblemente inmoral y cruel pero también sensible y sentimental. Una sola de estas cualidades es más que suficiente para crear un buen personaje. Todas al mismo tiempo simplemente es confuso. El villano de Fury Road, por ejemplo, tenía como máximo dos cualidades, ¡y funcionaba a la perfección!
Incluso semanas después de haber visto Furiosa, me cuesta mucho entender lo que la película estaba tratando de hacer con Dementus. Es demasiado patético como para ser un villano efectivo o una figura trágica; y tiene buenos discursos y algunas buenas líneas, pero nunca estuve seguro de qué significaban exactamente.
El personaje de Dementus es una metáfora para toda la película. Tiene una gran presencia, mucho que ofrecer y un innegable encanto, pero no puedo evitar preguntarme si su personalidad bombástica no está ahí para ocultar el hecho de que en realidad no tiene mucho qué decir. (O)