Menos de 48 horas después de que el presidente de EE.UU., Joe Biden, hiciera pública el viernes una última propuesta de tregua consensuada con Israel para detener la guerra en Gaza, tanto Netanyahu como la cúpula de Hamás se han mostrado reticentes ante lo que ambos parecen considerar un acuerdo ambiguo que no protege sus demandas.
«La parte ‘israelí’ necesita anunciar explícita y claramente su compromiso de alcanzar un acuerdo que conlleve a un alto el fuego integral, una retirada completa de Gaza, (y) la entrada sin restricciones de ayuda para albergar y ayudar a los desplazados», dijo anoche al canal catarí Al Yazira Osama Hamdan, alto funcionario de Hamás.
Hamdan criticó que la formulación de Biden, que alude al fin total de la guerra tras una primera fase de tres semanas y la liberación de rehenes, está basada en ideas y en un «marco general» carente de detalles.
Según el anuncio de Biden, en la primera fase de seis semanas habría un alto el fuego completo, se retirarían las tropas israelíes de todas las áreas pobladas de la Franja y serían liberados varios rehenes, entre ellos mujeres, ancianos y heridos, a cambio de la excarcelación de centenares de prisioneros palestinos.
Pero durante esas seis semanas, Israel y Hamás deberán negociar los detalles de la segunda fase que incluiría «el final permanente de las hostilidades», la liberación del resto de rehenes, incluidos soldados, y la retirada del Ejército israelí de la Franja; lo que según el mandatario estadounidense requerirá de un diálogo intenso.
«No hay iniciativa. El presidente Biden habló de ideas y las ideas generales no significan que se pueda llegar a un acuerdo. Son un marco general que contiene muchos detalles que ya se discutieron durante los últimos cuatro meses», añadió Hamdan.
Además, el líder de Hamás recordó que ellos ya aceptaron una propuesta de tregua el pasado 6 de mayo presentada por los mediadores, que según EE.UU. es casi idéntica a la actual, y que fue Israel quien la rechazó al considerar sus demandas «inaceptables» y dio inicio a la invasión de Rafah.
A este respecto, Egipto, Catar y Estados Unidos instaron ayer sábado a Israel y Hamás a finalizar el acuerdo sobre la mesa «con los principios señalados por el presidente estadounidense, Joe Biden», indicó el comunicado conjunto compartido por el Ministerio de Exteriores catarí en su cuenta de X.
Acuerdo de tregua defectuoso
Este domingo Ophir Falk, principal asesor de política exterior de Netanyahu, confirmó en una entrevista con el Sunday Times que la propuesta de Biden es defectuosa y «hay muchos detalles por resolver», pero que Israel se ha comprometido porque quiere «desesperadamente que los rehenes sean liberados, todos ellos».
Por su parte, en un comunicado de su Oficina en la red social X, Netanyahu dijo a última hora de ayer que las condiciones de Israel para poner fin a la guerra en Gaza no cambiarían: la destrucción previa de las capacidades militares y de Gobierno de Hamás, la liberación de los rehenes y logar que Gaza ya no represente una «amenaza» para Israel.
«Israel seguirá insistiendo en que se cumplan estas condiciones antes de que se establezca un alto el fuego permanente. La idea de que Israel acepte un alto el fuego permanente antes de que se cumplan estas condiciones es imposible», concluye el mensaje en X.
Tanto el presidente israelí, Isaac Herzog, como el jefe de la oposición, el centrista Yair Lapid, mostraron hoy su apoyo al Gobierno para que acepté este acuerdo.
«La entrevista con el asesor político del primer ministro demuestra también que Israel ya ha anunciado que acepta el acuerdo. Si se retracta ahora, sería una sentencia de muerte para los secuestrados y una crisis de confianza con los estadounidenses y los países mediadores», advirtió Lapid hoy en su cuenta de X.
Herzog, por su parte, recordó esta mañana en una conferencia en la Universidad Hebrea de Jerusalén que «según la tradición judía, no hay mayor mandamiento que redimir a cautivos y rehenes, especialmente cuando se trata de ciudadanos israelíes a quienes el Estado de Israel no pudo defender».
Los dos ministros de partidos ultraderechistas del Gobierno de coalición israelí, Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, amenazaron anoche con tumbar al Ejecutivo si se llegaba a una tregua con Hamás, ya que Hamás no será «destruido».
Mientras continúan las negociaciones, al menos 60 palestinos murieron en la Franja en las últimas 24 horas, superándose la cifra de los 36.400 -la mayoría de ellos mujeres y niños-, tras otra noche de fuertes bombardeos y ataques de artillería israelíes en casi 8 meses de conflicto. EFE