Hamás rechazó este miércoles un informe de la organización Human Rights Watch (HRW) en el que denuncia «numerosos» crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra civiles por parte del grupo islamista y otras milicias palestinas, durante el ataque del 7 de octubre de 2023 que desató la guerra.
«Rechazamos las mentiras y el descarado sesgo hacia la ocupación y la falta de profesionalismo y credibilidad en el informe de Human Rights Watch. Exigimos su retirada y una disculpa», indicó Hamás en un comunicado.
Según el grupo islamista, que controla de facto la Franja de Gaza, la organización «adoptó toda la narrativa falsa israelí».
Hamás reprochó a HRW que su informe «comienza hablando de manera dramática y conmovedora sobre un israelí que sufrió quemaduras en los acontecimientos del 7 de octubre, y concluyó hablando de una mujer que resultó psicológicamente afectada», pero «no aborda las matanzas, la destrucción, el hambre y el tormento que sufrió el pueblo de Gaza».
La guerra estalló el 7 de octubre de 2023 tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados. Desde entonces, las fuerzas israelíes atacan sin cesar la Franja de Gaza, donde ya suman más de 38.713 muertos -la mayoría mujeres y niños-, al menos 89.166 heridos y casi dos millones de desplazados en condiciones humanitarias paupérrimas.
«Hospitales, universidades, escuelas e infraestructuras han sido completamente destruidos, y la maquinaria de opresión sionista sigue cometiendo crímenes con pleno apoyo estadounidense y de Occidente, y el informe (de HRW) encontró que nada de esto vale la pena mencionar», se quejó Hamás.
El grupo islamista también reprocha a la organización «considerar el 7 de octubre como el comienzo de la historia», minimizando las «guerras, matanzas, torturas y asedios» por parte de Israel contra los territorios palestinos y sus habitantes desde la creación del Estado judío en 1948.
«Nuestro pueblo sufre la ocupación, que es la raíz de todos los males, y tiene derecho a resistir por todos los medios; mientras el agresor ocupante no tiene derecho a la autodefensa, como lo establecen las leyes divinas y acuerdos internacionales», sostiene.
Hamás también recrimina que HRW hable de los crímenes cometidos por las facciones palestinas el 7 de octubre pero ignore los cometidos por el Ejército de Israel ese mismo día contra civiles israelíes.
El Ejército ha reconocido que en sus combates contra milicianos mató a 13 residentes del kibutz (comunidad agraria) de Be’eri.
Por otro lado, Hamás se queja de que el informe exija la liberación inmediata de los 116 rehenes aún cautivos en la Franja, mientras el grupo islamista exige «la liberación de miles de prisioneros palestinos, hombres, mujeres y niños, que son sometidos a tortura, asesinato, hambre y humillación en las prisiones de ocupación».
Además, Hamás rechaza categóricamente las acusaciones de HRW sobre violencia sexual por parte de milicianos palestinos contra civiles israelíes «sin mencionar ninguna prueba fehaciente».
HRW documentó casos en que milicianos forzaron a raptadas a estar desnudas, o la difusión de imágenes sexualizadas sin su consentimiento, pero reconoció que no halló información verificable sobre violaciones al conversar con las secuestradas, sus familiares o testigos.
Hamás afirmó su compromiso con «un sistema de valores y principios» derivados del islam, y se dijo dispuesto a «revisar cualquier comportamiento incorrecto -si lo hay- y responsabilizar» a sus autores.
En un extenso informe difundido hoy y titulado «‘No puedo borrar toda la sangre de mi mente’: El ataque de grupos armados palestinos contra Israel el 7 de octubre», HRW acusa al ala militar de Hamás, las Brigadas Al Qasam, y al menos otros cuatro grupos armados palestinos de cometer «numerosos» crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra civiles durante el ataque del 7 de octubre.
Los milicianos cometieron «ejecuciones sumarias, toma de rehenes y otros crímenes de guerra, así como crímenes de lesa humanidad como asesinato y encarcelamiento injusto».
Según HRW, autoridades de Hamas dijeron haber ordenado a los milicianos respetar los derechos humanos, si bien la organización asegura «haber encontrado pruebas de lo contrario».
También hoy la Yihad Islámica rechazó el informe de HRW, acusándola de estar «completamente sesgada hacia el lado sionista».
Culpan a la organización de ignorar «deliberadamente» el uso de Israel de la «doctrina Aníbal», que defiende el uso de toda la fuerza posible para evitar que sus soldados caigan en manos del enemigo, incluso a costa de sus propias vidas, durante los ataques del 7 de octubre .
En total, cinco organizaciones palestinas participaron en los ataques: Hamás, Yihad Islámica, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina, el Frente Popular para la Liberación de Palestina, y las brigadas de los Mártires de Al Aqsa (vinculados a Fatah). EFE (I)