Noboa se suma al populismo autoritario

Gerardo Verdecia Sacoto

Guayaquil, Ecuador

En el lapso de apenas una semana el gobierno nos ha dado la oportunidad de presenciar dos de las peores caras de la política: por un lado, el populismo descarado y compra-votos y, por otro lado, los destellos autoritarios en vísperas de una nueva elección presidencial.

Hace una semana nos encontrábamos con la noticia de que el presidente Daniel Noboa había colocado, nada más y nada menos que en la biografía de su cuenta de Instagram, un enlace de registro para postular a 80.000 supuestas vacantes para que jóvenes de todo el país tuvieran la oportunidad de ganarse US$400 mensuales durante tres meses. Es decir, $1.200 a cambio de “trabajos” en proyectos en áreas como el cambio climático, la producción agrícola y la mejora del entorno natural. Poco o nada más se sabe acerca de estos supuestos proyectos.

Pero ¿a quién le interesa? Desde luego al presidente lo que más le interesa son los centenares de miles de jóvenes que espera se dejen embaucar de esta “brillante” idea y, muy convenientemente, se acuerden de él cuando estén frente a la papeleta el próximo 9 de febrero. Y es que sólo es necesario hacer una simple multiplicación para darse cuenta no solo del descaro de la medida, sino también de la imposibilidad de esta: “regalar” $1.200 a 80.000 jóvenes le costaría al Ministerio de Economía y Finanzas una cifra que rondaría los $100 millones. ¿De dónde? ¿A costa de qué? Son preguntas que el poder político no se plantea, y no se las plantea porque simplemente no les interesa.

Después de todo, conforme la fecha señalada se va acercando, la campaña electoral se vuelve más intensa, profunda y mentirosa. Todos debemos estar preparados para observar, una vez más, la verdadera cara de la política: promesas, ilusiones, engaños, calumnias, cuentos y todo lo que cada candidato considere necesario para llegar a Carondelet.

Precisamente unos días después de este anuncio pudimos entrever que significa para Noboa “todo lo que considere necesario”. Después de múltiples intentos de evitar que la vicepresidenta Verónica Abad, enemiga política del presidente, asuma el poder en enero, parece que ha conseguido concretar la amenaza. El Ministerio del Trabajo suspendió a Abad por cinco meses por “abandono injustificado de su puesto por tres o más días laborables consecutivos”. Todo esto justificado en el viaje que el primer mandatario le ordenó a la vicepresidenta que hiciera a Turquía en el marco de sus funciones como “embajadora por la paz en medio oriente”.

Vamos, estamos en Ecuador. Tanto ustedes, queridos lectores, como yo sabemos que todo esto no es más que una pugna política elevada a la décima potencia. Al igual que la descalificación por el TCE del candidato político que mayor riesgo le supone a Noboa en este momento, este tipo de jugarretas no hacen más que socavar y debilitar la ya muy, muy dañada institucionalidad de nuestro país. Las consecuencias en el largo plazo del debilitamiento institucional que vivimos desde hace años no son exactamente mensurables, pero de una cosa podemos estar seguros: el constante empobrecimiento de los ciudadanos ecuatorianos es completa responsabilidad de la clase política reinante desde hace décadas.

En suma, y como última reflexión, me gustaría señalar como las tres noticias importantes de esta última semana (bono de US$400, suspensión de la vicepresidenta y eliminación de la candidatura de Topic) responden a un único objetivo y preocupación del presidente. ¿La situación económica de los ciudadanos? ¿La falta de empleo estructural? ¿La paupérrima inversión productiva? ¿El estancamiento económico? Desde luego que no, es un político. ¿Ganar la elección y retener el poder cuatro años más? La respuesta final se las dejo a su criterio.

Santa Elena (Santa Elena), 04 de octubre de 2024.- El presidente de la República Daniel Noboa Azin, dio a conocer a la ciudadanía de esta zona, las acciones que se ejecutan a través de la Empresa Pública del Agua E.P para para garantizar líquido vital a los pobladores. Foto: Mauricio Torres/Presidencia de la República.

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