Ecuador tiene oficialmente su diccionario de expresiones y palabras propias

El idioma es identidad. Por ello, las palabras y frases cotidianas que usan diariamente los ecuatorianos, y que son parte de su cultura, han sido recogidas en el Diccionario académico de ecuatorianismos publicado por Dinediciones.

Así, palabras y expresiones que vienen del quichua como achachay, canguil o acholarse, entre más de 10.000 palabras y expresiones propias del español ecuatoriano se recopilan en esta obra que tardó un total de 12 años de investigación, según la directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, Susana Cordero de Espinosa.

Quienes trabajaron en este libro están, el expresidente de la República Rodrigo Borja, el doctor Simón Espinosa, los académicos Julio Pazos, Diego Araujo, Fernando Miño-Garcés, Marco Antonio Rodríguez, Susana Cordero, Fabián Corral y el desaparecido Bruno Sáenz.

Dentro de la obra hay 8.138 lemas y 2.283 sublemas, cada uno de ellos cuidadosamente organizado, definido y ejemplificado, precisó el escritor Francisco Proaño Arandi, secretario de la AEL.

Oficialmente, este diccionario de más de 1200 páginas es presentado por la Academia Ecuatoriana de la Lengua durante el XVII Congreso Internacional de Academias de la Lengua Española, que se realiza en Quito.

“Este diccionario honra la riqueza y diversidad del español ecuatoriano y viene a ser un testimonio de la identidad cultural ecuatoriana y un legado para las generaciones presentes y futuras”, expresó Susana Cordero de Espinosa, directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.

Este libro no sólo posee lemas y definiciones, sino que esta investigación lexicográfica expresada a detalle en cada entrada de este diccionario, también incluye ejemplos que muestran cómo se usa la palabra, con citas tomadas de los diarios, los libros, la televisión e incluso de las redes sociales, siendo así, un texto indispensable para entender o difundir la cultura ecuatoriana que además analiza el uso del español en el Ecuador sin imponer juicios normativos, es decir, sin juzgar si la palabra o la frase son correctas o incorrectas, sino tomándolas, respectivamente, de la forma en que se usa en las distintas regiones del país..

“Este diccionario es un testimonio de nuestra memoria lingüística y cultural, un reflejo de quiénes somos como ecuatorianos, con nuestras palabras y nuestros decires; una herencia que invita a reconocernos y a celebrar la riqueza de nuestra identidad a través del idioma”, destacó Susana Cordero en el presentación de la obra. 

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