Elena Lasconi, la candidata liberal-nacionalista que ha logrado inesperadamente meterse en la recta final de las elecciones presidenciales en Rumanía, es una periodista y alcaldesa de una pequeña ciudad con una muy breve carrera política, que se define como religiosa, de derechas y pro Unión Europea y OTAN.
Lasconi ha sido la segunda gran sorpresa en la primera vuelta de las presidenciales de ayer, en las que quedó primero el ultranacionalista y prorrusso Calin Georgescu.
La que aspira a ser la primera jefa del Estado de la historia de Rumanía, quedó segunda imponiéndose por apenas un puñado de votos a Marcel Ciolacu, el actual primer ministro, favorito según los sondeos y líder del Partido Social Demócrata, una de las dos principales fuerzas políticas del país.
Así, Georgescu y Lasconi se disputarán la Presidencia dentro de dos semanas en la segunda vuelta electoral.
Nacida en 1972, la política fue periodista en la televisión privada Pro Tv, donde se hizo famosa.
Tras abandonar la carrera profesional, aprovechó su popularidad y fue elegida alcaldesa de la ciudad Câmpulung, una localidad de 27.000 habitantes, como candidata del partido liberal conservador Unión Salvar Rumanía (USR).
Ella misma se define como religiosa y ortodoxa y durante la última campaña electoral ha aparecido públicamente vestida con trajes tradicionales de Rumanía.
Rumanía es un país muy tradicionalista y conservador, donde los mensajes nacionalistas fácilmente pueden traducirse en votos.
En las pasadas semanas ha asegurado que, si es elegida presidenta, será «la voz de millones de rumanos» y que no dejaría que «otros digan qué quieren los rumanos».
Los votantes le han perdonado que en varias discusiones públicas no haya estado preparada y haya citado datos erróneamente, por ejemplo en relación con la ONU y con la OTAN, afirma la prensa local.
Lo cierto es que en la primera vuelta de las elecciones, celebrada ayer, superó a Ciolacu con una diferencia mínima, consiguiendo el 19,17 por ciento de los votos, mientras que el actual primer ministro recibió el 19,15 %.
Lasconi no está muy por detrás de Georgescu, que se hizo con el 22,95 % de los votos.
En sus primeras reacciones, Lasconi aseguró que buscará crear una alianza con las fuerzas de derecha, para así ganarle al ultranacionalista Georgescu, considerado prorruso y que ganó tras despegar su presencia de forma sorprendente en las redes sociales.
«Tu voto no fue por mí, sino por ti», dijo Lasconi ante la prensa al conocer los resultados y agregó que promete dar «todo para estar a la altura de las expectativas (de los votantes)».
En las próximas dos semanas tendrá difíciles negociaciones si quiere poder superar al candidato ultranacionalista en la segunda vuelta de las elecciones.
«Quiero ser la presidenta de Rumanía y esto significa que escucharé las voces de todos los líderes de los partidos del país. Quiero tener un gobierno de derechas», dijo Lasconi esta mañana, agregando que quiere mantener las políticas europeístas y pro OTAN de Rumanía.
Rumanía celebra este domingo, día 1, elecciones parlamentarias, y una semana después, el domingo 8, la segunda y definitiva vuelta de las presidenciales.EFE