
Raúl Andrade Moncayo
Quito, Ecuador
El desinterés, la miopía y anomia social de los pueblos Latinoamericanos, facilitó que se instalé un sistema perverso como el castrismo con sus variantes en los diferentes países de la región como el chavismo, correismo, orteguismo, obradoismo, kirchnerismo, petrismo, que no han hecho otra cosa que incrementar los cordones de pobreza, debilitar la institucionalidad nacional, fomentar la lucha de clases, castrar el principio de libertadl, atracar los recursos de las arcas públicas, pactar con el crimen organizado y secuestrar a los Estados con dictaduras disfrazadas de democracias.
El resultado mentiroso de un empate técnico en la primera vuelta electoral en el Ecuador es fruto del fraude electoral como práctica cotidiana del accionar de la estructura de Alianza Pais, lo cual no debería sorprendernos porque es parte de su proceder maquiavélico permanente. Así como producto de la anomia social, donde vemos que el electorado más vulnerable e ignorante políticamente hablando rompe toda norma de comportamiento ético al aceptar migajas por un voto, sin pensar en el futuro del país, generando incertidumbre en el electorado crítico y reflexivo.
Lamentablemente, éste sistema perverso del socialismo del siglo XXI tiene los recursos para comprar conciencias de esos cordones de pobreza, que por 10 ó 20 usd son presa fácil de la manipulación de éstas estructuras seudo políticas de delincuencia organizada, que manejan recursos del narcotráfico, dineros sustraídos de las arcas públicas y de Venezuela que es el banco de éstos proyectos de poder totalitarios.
Hay que preguntarle al CNE , qué ha hecho para controlar éste gasto ajeno al entregado por el organismo electoral? Esos 10 ó 20 dólares representan millones que distorsionan el resultado de los comicios y vician todo el proceso electoral.
Sería un error echar la culpa exclusivamente a éste electorado vulnerable, cuando la responsabilidad primaria recae en los gobiernos que no procedieron a descorreizar los mandos medios de las instituciones públicas, así como por no neutralizar los procesos de adoctrinamiento político por parte de cubanos y venezolanos en las provincias de la costa, especialmente en Manabi, Los Ríos y Esmeraldas.
Así como por no implementar un programa de concientización de la amenaza que constituye ése proyecto totalitario para el futuro político, económico y social del país. Asimismo el gobierno actual debería hacer un mea culpa por los errores cometidos en la conformación de cuadros no idóneos, especialmente en las áreas de Seguridad, Inteligencia y Defensa, así como no disponer de operadores políticos sagaces y experimentados para el asesoramiento en la conducción política del Estado.
Acá estamos frente a la disyuntiva entre la Patria y la mafia política. Un camino nos conducirá al fortalecimiento de la unidad nacional y de la institucionalidad nacional, reforzamiento de los valores y principios éticos y morales, creación de políticas nacionales para fomentar la inversión nacional y extranjera para vigorizar la economía nacional, así como fortalecer el accionar de la Fuerza Pública con la cooperación internacional para enfrentar al crimen organizado trasnacional., poniendo de esta manera bases sólidas para la seguridad y el desarrollo del país.
Mientras el otro camino nos llevará al caos social por la polarización de la lucha de clases, al descalabro económico al ahuyentar la inversión por la desdolarización y destrucción del tejido social por el éxodo masivo de la población, así como se incrementará un escenario de violencia e inseguridad por la consolidación de las estructuras criminales, reafirmándose el Ecuador como un narco Estado y finalmente el país será secuestrado por una dictadura totalitaria permanente disfrazada de democracia y seremos peones del socialismo del siglo XXI, para atender las demandas de un Estado parásito como Cuba, que vivió en su momento de la ex URSS y actualmente de Venezuela y México, para terminar como loras amaestradas repitiendo el slogan del castrismo » hasta la victoria siempre».
El escenario futuro, dependerá mucho del despertar del pueblo ecuatoriano, consciente de los riesgos y amenazas trasnacionales existentes en el escenario político estratégico actual, para lo cual es imperativo que se unan las fuerzas sociales alrededor de un proyecto político nacional para salvar al Ecuador de las garras de un proyecto de poder regional ajeno a la realidad nacional, donde el pueblo ecuatoriano debe decidir entre la Patria con futuro y la mafia política coludida con el crimen organizado que nos conducirá a un escenario catastrófico.
- Raúl Andrade Moncayo es coronel, en servicio pasivo, de las Fuerzas Armadas del Ecuador