
El primer ministro británico, Keir Starmer, pidió este lunes a sus colegas aliados aumentar el apoyo militar y económico a Ucrania mientras se sigue presionando a Rusia con sanciones que le fuercen a hacer concesiones.
Starmer planteó su estrategia en una cumbre organizada en Kiev con motivo del tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania, en la que reiteró el respaldo del Reino Unido a los ucranianos «ahora y siempre».
El líder laborista, que intervino de forma telemática, dijo que Londres aplicará hoy la mayor tanda de sanciones contra objetivos rusos, entre ellos la llamada ‘flota fantasma’ -petroleros que eluden las sanciones contra Rusia-, desde el inicio de la contienda el 24 de febrero de 2022, al igual que ya lo ha hecho la Unión Europea.
Durante su intervención, reiteró que la voz de Ucrania «debe estar en el centro de las iniciativas de paz», y confirmó que el Gobierno británico estaría dispuesto a enviar tropas para lograr una estabilidad duradera, junto con sus socios comunitarios y con garantías de seguridad de Estados Unidos.
Starmer, que esta semana se reunirá en Washington con el presidente estadounidense, Donald Trump, reconoció que el dirigente republicano «ha cambiado la conversación global» y al mismo tiempo «ha creado una oportunidad».
Sin embargo, frente al gesto inicial de EE.UU. de conversar solo con Rusia, Starmer defendió que Ucrania «debe tener una silla en la mesa» de negociación.
«Rusia no tiene todas las cartas en esta guerra, porque los ucranianos tienen coraje para defender su país, porque la economía rusa está en dificultades, y porque ya han perdido lo mejor de sus fuerzas de tierra y su flota en el mar Negro en esta invasión sin sentido», declaró.
Starmer llamó a la colaboración entre los aliados europeos para conseguir una paz «justa y duradera».
«Es un momento para la unidad. Ahora que empiezan las conversaciones debemos trabajar juntos para moldear el desenlace», afirmó.
Los líderes que participan en la cumbre, entre ellos el presidente español, Pedro Sánchez, defendieron la legitimidad del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y se pronunciaron contra cualquier proceso de negociación que no incluya a Ucrania y a Europa.
La Unión Europea implementó este lunes su decimosexto paquete de sanciones a Rusia desde el inicio de la guerra, dirigido a aquellas medidas adoptadas por Moscú para sortear las restricciones anteriores.
Por ello, muchas afectan a empresas de terceros países que exportaban e importaban productos en los que estaba interesada Rusia así como a la ‘flota fantasma’ de barcos de carga, a través de la cual Rusia conseguía seguir exportando hidrocarburos. EFE (I)