No hay almuerzo gratis

Carlos Cobo Marengo

Guayaquil, Ecuador

El gasto público del Ecuador supera el 37% del Producto interno bruto, esto significa que más de la tercera parte de la riqueza que generamos los ciudadanos se la queda el gobierno. Mientras que los servicios que obtenemos como contrapartida son mediocres e ineficientes, y la deuda pública y el gasto, no paran de crecer.

Los supuestos servicios gratuitos que ofrece el Estado no existen, por cada bono, subsidio o regalo que prometen, hay varios costos ocultos: primero, impuestos asfixiantes para los ciudadanos y las empresas, que espantan la inversión, disminuyen la capacidad adquisitiva de la gente, y dificultan la creación de nuevas empresas y emprendimientos.

A esto se suma la deuda pública, que pagaremos todos los ecuatorianos y las próximas generaciones. Y, un menor o escaso crecimiento económico.

Esta constante intervención estatal sobre nuestra economía tiene un impacto negativo, ya que el dinero nunca les alcanza a los políticos, y se niegan a bajar el gasto; la solución más sencilla para estos es aumentar sus ingresos, es decir, más deuda e impuestos.

Del lado de los impuestos, esto significa menos empleo, ya que las empresas deben pagar cada vez más y tendrán menos dinero para contratar nuevo personal. Mientras que, del lado de la deuda, estamos hipotecando el futuro de todos los ecuatorianos; la deuda per cápita, es decir, lo que debería pagar cada ecuatoriano bordea los $3400,00 dólares. Esto significa menos dinero en tus manos, menos innovación y desarrollo, y por lo tanto, menor prosperidad.

Por otro lado y a diferencia del Ecuador, los países que logran los mejores resultados económicos tienen mercados más libres, es decir se incentiva la competencia y se dan las condiciones para crear, producir e innovar. Los impuestos son más bajos y existen menores regulaciones estatales.

Es por todas estas razones que el modelo actual de nuestro país es insostenible, el Ecuador no está creciendo económicamente, no crea nuevos puestos de empleo, no atrae la inversión y nuestros políticos siguen insistiendo en la intervención y los altos impuestos.

La solución a todo esto implica más libertad, y menos Estado, es hora de que los ecuatorianos dejemos de depender tanto del gobierno y empecemos a confiar más en la libertad individual.

Recuerde que nada de lo que ofrece el gobierno es gratis, lo paga usted y lo pagarán sus hijos. 

La candidata presidencial del correísmo, Luisa González, pacta acuerdo electoral con Pachakutik, en Tixán, el 30 de marzo de 2025. Foto de la página de Facebook de Luisa González.

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