Mario Vargas Llosa, o el adiós a un intransigente

Beatrice Rangel

Bogotá, Colombia

Conocí a Mario Vargas Llosa en 1967 cuando todavía era una estudiante en la Universidad Central de Venezuela. Vargas Losa vino a Venezuela a recibir el premio Internacional de Literatura Rómulo Gallegos. Más tarde recibiría el Premio Cervantes y el Nobel de Literatura. Era uno de los exponentes del boom de literatura Latinoamericana movimiento cuyos punteros fueron por Vargas Llosa; Cortázar; Garcia Marquez y Fuentes.

En ese momento me impresiono su increíble capacidad para desmenuzar dilemas complejos y presentarlos con lenguaje sencillo y directo en una charla. Su obra literaria, a mi modo de ver, contaba con la virtud de estar escrita en una prosa sencilla y directa vestida de dos elementos; el realismo mágico y el suspenso ambos tratado con un refinamiento parecido al de Alexandre Dumas.

Su afilado intelecto le permitió escapar a la conjura del castrismo en América Latina. En un momento de su vida se dio cuenta que el régimen de la Habana era una máquina de fabricar pobreza para alimentar el ego insaciable de un autócrata. Y lo denunció al mundo. Y a partir de ese momento dedicó su vida a la lucha por la libertad.

En el 2002 creo la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) para apoyar todos los liderazgos y movimientos que auspiciarían el imperio de la libertad.

Como muchas figuras cimeras de la historia latinoamericana, Vargas Llosa cayó en la tentación de la política. Y si bien es cierto que no alcanzó la presidencia del Perú su tierra natal se erigió como la conciencia política de su país y de buena parte de la región Latino Americana.

Su legado incluye la Cátedra Vargas Llosa; mas de cien obras publicadas y entre ellas mas de sesenta best sellers; la Fundación Internacional para la Libertad. Su partida pareciera presagiar la extensión de tiempos recios- para usar su propio lenguaje- sobre las Americas región donde el autoritarismo pareciera estar avanzando.

El escritor peruano-español Mario Vargas Llosa posa para fotografías en la biblioteca de la Academia Francesa (Academie Francaise) en París, Francia, el 09 de febrero de 2023. El premio Nobel de Literatura 2010 es el primer novelista elegido para convertirse en miembro de la instituto lingüístico francés nunca haber escrito un libro en francés. (Francia) EFE/EPA/TERESA SUÁREZ

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