
Guayaquil, Ecuador
Este viernes 11 de abril China anunció que subiría los aranceles a los productos provenientes de Estados Unidos al 125%, esto como respuesta a los aranceles impuestos anteriormente al país por Donald Trump, profundizando aún más la guerra comercial entre estos dos países.
Por su parte, Estados Unidos anunció una pausa de 90 días en los aranceles que acaba de imponer a 60 de sus socios comerciales, manteniendo un arancel mínimo del 10% y otros recargos sobre ciertos productos a sus importaciones.
Desgraciadamente la ignorancia económica ha llevado al presidente Trump y sus asesores a considerar que el comercio entre países es un juego de suma cero donde unos se enriquecen a costa de empobrecer a los demás. La explicación para sostener este argumento es que mantener una balanza comercial negativa implica que el país se encuentra importando más bienes de los que exporta y se encuentra saliendo más dinero del que ingresa.
El problema se da cuando los gobiernos en su afán por lograr un resultado de balanza comercial positivo deciden intervenir e implementar mecanismos que restringen o limitan el comercio de un país en relación al resto del mundo.
Este error es persistente cuando se habla de comercio exterior, es por este motivo que se vuelve necesario aclarar que el objetivo de las exportaciones es la importación, por definición los intercambios comerciales entre personas, empresas y territorios son situaciones de ganar-ganar en la que ambas partes valoran más lo que reciben que lo que están entregando y por eso aceptan renunciar de forma voluntaria a lo que poseen para obtener algo que consideran mejor.
Es por esto que cuando un gobierno decide intervenir para limitar importaciones en el fondo lo que se está haciendo es empeorar la calidad de vida de quienes viven en su territorio.
La balanza comercial no es un termómetro para medir el bienestar de la economía. Es normal para los países el mantener largos periodos de déficit comercial ya que a medida que sus industrias se desarrollan necesitan de insumos para aumentar su producción, lograr economías de escala y mejorar sus niveles de productividad.
Al estar medida en dinero no recoge todos los beneficios subjetivos de quienes importan productos, Esperemos que quienes gobiernan se den cuenta de esto y en vez de subir, empiecen a bajar los aranceles.
Cuando el comercio se da en condiciones de libertad y sin coacción, la riqueza solo se puede crear enriqueciendo a los demás.
