
Guayaquil, Ecuador
Ahora que conocemos quien será nuestro presidente para los próximos 4 años y la Asamblea Nacional empieza a tomar forma, es buen momento para que quienes nos gobiernan empiecen a tratar los temas que importan a los ecuatorianos como la seguridad y la economía.
En el campo económico es claro que nuestro país tiene problemas estructurales y la falta de crecimiento económico nos obliga a hacer correcciones necesarias para convertir al Ecuador en la sociedad próspera que tanto deseamos.
Hace ya varios años, con la crisis que vivía nuestro país y agravada con lo que fue la crisis del coronavirus, el Instituto Ecuatoriano de Economía Política promovió la creación de lo que posteriormente se denominó el Foro Libertad y Prosperidad que reunió a académicos, profesores, periodistas y empresarios de todas partes del país para promover reformas necesaria para lograr los objetivos de crecimiento.
Se presentaron cinco reformas, todas totalmente independientes entre sí, que de llevarse a cabo podrían impulsar el crecimiento y desarrollo de nuestro país.
El primero punto es la reducción del tamaño del Estado para promover la eficiencia del sistema, esto implica pasar de un Estado obeso, ineficaz y corrupto, hacia el gasto únicamente en actividades esenciales.
Segundo es una reforma laboral para incluir a todos, es hora de un cambio profundo a nuestro caduco código laboral que permita formas voluntarias de contratación como contratos permanentes, por hora, a plazo fijo, por proyecto y por contrato.
El tercer punto consiste en hacer del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social un sistema de trabajadores propietarios, donde los trabajadores sean realmente dueños de sus ahorros, lo que implicaría pasar a un sistema de capitalización individual, que permita a los ciudadanos decidir quien desea que administre sus ahorros.
El cuarto punto implica la internacionalización del sistema financiero, aplicando leyes bancarias sencillas y flexibles para promover la presencia de la banca extranjera en nuestro sistema.
Y finalmente, el quinto punto es continuar promoviendo la apertura comercial y la firma de acuerdos comerciales.
Estas reformas generarán incentivos para emprendedores que determinarán el nuevo sendero de mayor inclusión y libertad del Ecuador. Hoy más que nunca, debemos alcanzar un consenso para crear una sociedad donde todos tengamos la oportunidad de progresar y que ésta no sea sólo un privilegio para unos pocos. Cambiar al Ecuador es posible.
