
Un informe oficial francés, encargado por el Ejecutivo, alerta del peligroso ascenso del grupo de los Hermanos Musulmanes en el país, que «amenaza la cohesión nacional» infiltrándose en asociaciones culturales, deportivas y de otro tipo.
El texto, desvelado este martes por el diario conservador Le Figaro, un día antes de que sea entregado al Ministerio del Interior, señala que este grupo, todavía minoritario, ha conseguido imponer su agenda a los musulmanes del país, que en último término pasa por imponer la ley islámica.
«Se trata de una forma de islamismo que trata de infiltrar asociaciones deportivas, culturales y de otro tipo y que supone una amenaza para la cohesión nacional. Buscan llevar a toda la sociedad francesa hacia la ‘sharia’, que es incompatible con los principios del país», aseguró el ministro del Interior, Bruno Retailleau.
El líder de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Jordan Bardella, fue más lejos al pedir su prohibición en el país ante «la amenaza existencial que suponen para Francia».
«No podemos dejar a los enemigos de nuestra civilización actuar con total impunidad», aseguró el presidente del partido ultra en la red social X.
El informe, encargado por sus servicios, pone de manifiesto el ascenso de esta ideología, representada en el país por la asociación Musulmanes de Francia, que sigue siendo minoritaria en el país.
Su objetivo sería ir imponiendo una cierta ideología que persigue acabar con el laicismo o con la igualdad entre hombres y mujeres, entre otras medidas que el informe califica de «subversivas».
Ayudada con fondos de Catar y Arabia Saudí, este organismo ha ido haciéndose con mezquitas, pero también con centros educativos, clubes deportivos y asociaciones culturales.
Para extender su ideología se apoyan en una supuesta ‘islamofobia» en la sociedad francesa, que también llegaría al Estado, la ausencia de una estructura organizativa sólida del mundo musulmán y, más recientemente, el impacto de los bombardeos israelíes sobre Gaza tras los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Según el informe, cuentan con 139 lugares de culto, además de otros 55 cercanos a su ideología, un número que por ahora representa el 7 % del total que hay en Francia, pero que se extienden de forma rápida.
Por ahora se trata de un movimiento minoritario pero altamente influyente, porque busca influir en el resto de las corrientes musulmanas del país, más moderadas.
El uso de las redes sociales, constata el estudio, les otorga un contacto directo con la población musulmana y atiza «el activismo de una nueva generación de predicadores, a menudo formados pro los líderes religiosos» de los Musulmanes de Francia.
El informe sitúa en los años 50 la instalación en Europa de los Hermanos Musulmanes, corriente fundada en 1928 por Hassan Banna en los arrabales de El Cairo.
En pérdida de influencia en el mundo musulmán, se han desarrollado más en Europa, según el informe, que señala que sus métodos se han occidentalizado y que han sabido adaptarse para incrementar su influencia política, con un lenguaje muy suavizado.
Los autores del estudio consideran que, antes de cualquier otra actuación, el Estado debe «tomar conciencia de los efectos del islamismo político en Francia», donde la atención se ha centrado en luchar contra el terrorismo yihadista, olvidando el ascenso de esta ideología.
Este grupo ofrece a los musulmanes soluciones a los problemas que el Estado francés no es capaz de proponer. EFE (I)