
El Banco Africano de Desarrollo (BAfD) espera que el producto interior bruto (PIB) de África crezca un 3,9 % en 2025, por encima del 3,3 % registrado el pasado año, si bien la incertidumbre causada por la guerra arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha llevado al organismo a reducir sus previsiones de crecimiento del continente desde enero.
«Los resultados de crecimiento de África mejoraron en 2024, pero el crecimiento sigue siendo frágil, en medio de múltiples perturbaciones y una creciente incertidumbre mundial», dijo el economista jefe del BAfD, Kevin Chika Urama, durante la presentación del informe ‘Perspectivas de África 2025’ en la 60ª reunión anual del banco en Abiyán, capital económica de Costa de Marfil.
Así, las expectativas de un 3,9 % de crecimiento del PIB para 2025 y un 4,0 % para 2026 suponen, respectivamente, una rebaja de 0,2 y 0,4 puntos porcentuales respecto a las proyecciones del BAfD a principios de año.
Con todo, se espera que 21 países africanos vean sus economías crecer más de un 5 % en 2025 y cuatro de ellos –Etiopía, Níger, Ruanda y Senegal– podrían alcanzar el 7 %, considerado como el umbral necesario para «resolver la pobreza y lograr un crecimiento inclusiva y un desarrollo sostenible».
Así, Urama destacó que «las políticas macroeconómicas de estabilización que han sido implementadas en los países africanos han seguido dando resultados».
Sin embargo, el BAfD subrayó en su informe que, «desde enero de 2025, el mundo ha experimentado nuevas perturbaciones que han agravado un panorama macroeconómico ya de por sí complejo», incluyendo «una plétora de nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos y medidas de represalia anunciadas e implementadas por sus socios comerciales».
La inmensa mayoría de los 54 estados soberanos de África se han visto afectados por las tarifas de Trump, mientras la congelación de ayuda internacional ordenada en enero por el mandatario ha puesto en peligro millones de vidas en el continente, según el banco.
Como viene haciendo durante los últimos años, el banco denunció también en la nueva edición de su informe anual, el alto coste que tiene que asumir África para acceder al capital y reclamó una «reforma de cómo se hacen las calificaciones de riesgo» ya que las considera injustas con el continente.
«El pago de la deuda exterior está desviando nuestros recursos fiscales de la gobernanza habitual de los países, para impulsar la educación, la sanidad y todo lo demás», alertó Urama.
«La financiación en condiciones favorables y el acceso a subvenciones que ayudan a muchos países africanos a desarrollarse están disminuyendo», agregó, al señalar que los anuncios recientes por parte de diferentes países que suelen proporcionar ayuda oficial al desarrollo podrían indicar una pérdida estimada de 4.200 millones de dólares para África.
Bajo el lema «Hacer que el capital de África funcione mejor para el desarrollo de África», la reunión se celebra en Abiyán, donde se encuentra la sede del banco, entre este lunes 26 de mayo y hasta el próximo día 30.
El BAfD destacó que se espera la asistencia de unos 6.000 delegados de 91 países, incluyendo jefes de Estado africanos, ministros de Finanzas, gobernadores de bancos centrales y representantes del sector privado y del sector humanitario y del desarrollo, así como líderes de la sociedad civil, académicos y medios de comunicación. EFE (I)