El exjuez de la Corte Nacional de Justicia y expresidente del Consejo de la Judicatura de Ecuador, Wilman Terán, que acumula dos condenas por delincuencia organizada y obstrucción a la justicia, se encuentra entre los nuevos imputados por la polémica excarcelación del exvicepresidente correísta, Jorge Glas, en noviembre de 2022.
De acuerdo a la Fiscalía, a partir de la declaración de un testigo, Terán impulsó presuntamente la liberación de Glas en el momento que era magistrado de la Corte Nacional con el objetivo de tener el respaldo del correísmo para ser elegido presidente del Consejo de la Judicatura, desde donde protegería al juez que emitió la resolución para liberar a Glas.
Los hechos se remontan a noviembre de 2022, cuando el juez de Santo Domingo de los Tsáchilas, Emerson Curipallo, otorgó la libertad condicional a Glas mediante una medida cautelar autónoma.
En ese momento, Glas llevaba en prisión desde 2017 y tenía pendiente terminar de cumplir dos condenas de ocho años de cárcel por cohecho en el caso Sobornos, donde también fue inhabilitado y condenado el expresidente Rafael Correa (2007-2017), y de seis años por asociación ilícita en el caso Odebrecht.
El juez Curipallo fue condenado a dos años y seis meses de cárcel por prevaricación en este caso, a través de un procedimiento abreviado en el que admitió su culpabilidad a cambio de recibir una pena reducida.
Curipallo también cuenta con una condena de tres años y cuatro meses de cárcel por delincuencia organizada, al declararse culpable de haber liberado a dos sicarios del fallecido narcotraficante y líder criminal ecuatoriano, Leandro Norero, a cambio de un pago de 200.000 dólares, en el marco del denominado caso Metástasis, donde también fue condenado Terán.
Dos condenas
El expresidente de la Judicatura recibió una condena de nueve años y cuatro meses de prisión por delincuencia organizada en el caso Metástasis porque, «en su calidad de juez de la Corte Nacional, facilitó la manipulación del habeas corpus a favor del hermano de Norero, retrasando su tramitación a cambio de dinero», según detalló el Ministerio Público.
Terán, que también tiene una condena de nueve años y cuatro meses de cárcel por obstrucción a la justicia al promover irregularmente la suspensión de un juez de la Corte Nacional, debe afrontar también un juicio acusado por asociación ilícita al intentar influir como presidente de la Judicatura en el concurso de selección de nuevos jueces para la Corte Nacional.
Y ahora se suma esta nueva imputación en el episodio de la liberación de Glas, en el que presuntamente se reunió con Curipallo para presionarlo a conceder la libertad a Glas a cambio del archivo de expedientes disciplinarios contra él y del respaldo del Consejo de la Judicatura.
Junto a Terán también fueron imputados en la investigación el exfiscal de Santo Domingo de los Tsáchilas, Víctor Hugo A., los abogados Cristhian P. y Edison L. y la jueza, Anabel Torres, pareja sentimental de Terán y presuntamente la promotora de la estrategia.
El plan incluía que la medida cautelar sería redactada por Terán con el apoyo del abogado Cristhian P. y que Torres se encargaría de coordinar el sorteo del caso al despacho de Curipallo.
En su testimonio, Curipallo dijo que el entonces fiscal Víctor Hugo A. le mencionó que conocía del plan y coordinaba con Edison L., abogado de Glas.
Glas dice ser inocente
Glas, que rechaza todos los procesos en su contra y dice ser una víctima de persecución política, permaneció en libertad durante algo más de un año, hasta que en diciembre de 2023 llegó a la Embajada de México en Quito para solicitar asilo diplomático al advertir que la Fiscalía pretendía imputarlo en un nuevo caso de corrupción por las obras de reconstrucción de las zonas destruidas por el terremoto de 2016.
El exvicepresidente, uno de los hombres fuertes del Gobierno de Correa, permaneció en la sede diplomática hasta el 5 de abril de 2024, cuando el actual presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó asaltar la embajada para detenerlo, una vez que el Gobierno mexicano le había concedido el asilo diplomático al considerarlo un «perseguido político».
Desde entonces, Glas permanece recluido en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, y desde allí enfrenta el juicio por el caso Reconstrucción y también por una nueva imputación dentro de la investigación para hallar a los autores intelectuales del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. EFE (I)
