
El papa León XIV recomendó este jueves a los sacerdotes del mundo una forma de vida fraternal evitando «competiciones» individualistas, durante su paso por un foro sobre el ministerio sacerdotal en el Auditorio Conciliación de Roma.
«La fraternidad es un estilo esencial de la vida presbiteral. Ser amigos de Cristo implica vivir como hermanos entre sacerdotes y obispos, no como competidores o individualistas», aconsejó.
El papa estadounidense salió este jueves de los muros vaticanos para pasar por este cercano auditorio en la romana Vía de la Conciliación, donde tiene lugar el Encuentro Internacional ‘Sacerdotes Felices» organizado por el Dicasterio para el Clero.
Los asistentes, llegados de todo el mundo, también por el Jubileo de los Sacerdotes de esta semana, le recibieron con gran entusiasmo, fotos con sus teléfonos móviles y gritos de «¡Viva el papa León!».
En su discurso, Prevost se detuvo en la defensa de la formación de nuevos curas, que «debe ayudar a construir vínculos sólidos» para que cada uno «comparta las fatigas y alegrías» que conlleva.
«Formar sacerdotes amigos de Cristo significa formar hombres capaces de amar, escuchar, rezar y servir juntos. Por eso es importante poner todo cuidado en la preparación de los formadores, porque la eficacia de su obra depende sobre todo del ejemplo de vida y de la comunión entre ellos», instó.
En este sentido, subrayó que las vocación, a pesar de la «crisis» actual, siguen produciéndose, y pidió «espacios adecuados» para ello.
Las personas tienen sed de «infinito»
«A pesar de las señales de crisis que atraviesan la vida y la misión de los presbíteros, Dios sigue llamando y sigue fiel a sus promesas. Hacen falta espacios adecuados para escuchar su voz. Por eso son importantes ambientes y formas de pastoral juvenil impregnados del Evangelio, donde puedan manifestarse y madurar las vocación», sostuvo el pontífice.
En este sentido, León XIV dijo que el tiempo actual «provoca» a la iglesia: «Muchos parecen haberse alejado de la fe» pero «en el fondo «muchas personas, especialmente jóvenes, tienen sed de infinito y de salvación».
«Por ese motivo debemos retomar juntos un impulso misionero», animó.
El papa se dirigió al auditorio, visiblemente divertido, para preguntar de dónde procedía cada uno de los asistentes. «¿Quién ha venido de América Latina?», preguntó en español este pontífice con nacionalidad peruana por sus muchos años en la misión y como obispo.
«Gracias a todos los que están. Recordad a todos que ser cura es hermoso y que cada llamada del Señor es, sobre todo, una llamada a su alegría. No somos perfectos pero somos amigos de Cristo, hermanos entre nosotros e hijos de su Madre María y esto nos basta», alegó.
Uno de los participantes en el foro, un monseñor español, subió al escenario para mostrarle un icono de la patrona de Castellón de la Plana, ciudad española que el pontífice dijo conocer, y para abrazarle y pedirle la bendición de un solideo.
Antes de acudir al auditorio romano, León XIV también pasó a saludar a los miembros del consejo ordinario de la secretaría general del Sínodo de los Obispos y para animarles en su trabajo. EFE (I)