
Las políticas migratorias de Donald Trump han cambiado indudablemente las decisiones de los migrantes, no sólo de los que están en Estados Unidos, sino de los que están en la frontera con México o los que piensan hacer viajes hacia ese país. Es por ello, que la llamda «migración de retorno» es cada vez más frecuente y es por ello los migrantes escogen terceros países para asentarse.
Es indiudable que el sector migratorio más golpeado es el venezolano. Es por ello, que este grupo ya está viendo alternativas migratorias en países de América del Sur como son Colombia, Perú y Ecuador, ya que son los tres países que más migrantes de esa nacionalidad acoge y en estos países están ya establecidas familias enteras, incluso ya hay hijos de padres venezonalos naciendo en estos territorios, por lo que, según detalla El País, estos tres países siguen siendo el epicentro de la migración venezolana en el planeta.
Organismos alertan de una migración «hacia el Sur»
Los organismos internacionales y las oenegés ya acusan un fenómeno inédito de migración del norte al sur en el continente americano. Las detenciones de migrantes en México y en la frontera de EE UU se han desplomado a mínimos históricos. Esto además se debe por el cierre del tapón del Darién ya se registran cruces a contracorriente de Panamá a Colombia, y los migrantes han comenzado a ver en Brasil o Chile un destino prometedor, según Naciones Unidas sin descuidar los ya notables tres países ya mencionados.
El problema es que la xenofobia contra venezolanos en Brasil y Chile ha crecido estrepitosamente, en Chile más del 50%, según onegés, por lo que los venezolanos prefieren ya asentarse en territorios conocidos donde ya hacen comunidad.
Según reporta El País, los albergues ahora están casi vacíos. Río Camp era una extensión del campamento Senda de Vida, conformado por tres asentamientos en Reynosa. En Matamoros, a una hora de distancia, está el albergue Pumarejo. En conjunto, llegaron a resguardar a 9.000 personas en los momentos de máxima ocupación, aún en la Administración de Joe Biden, según estimaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF), que da atención a las poblaciones en tránsito en esos albergues. Actualmente, de acuerdo con la misma organización, quedan allí apenas unas 250 personas.