
Tal y como informó la mistra de Economía y Finanzas, Sariha Moya, confirmó para uuna entrevista para Radio Centro que la empresa Power China pagará una compensación al Estado ecuatoriano de 400 millones de dólares por las fallas de construcción en la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que estuvo a cargo de Sinohydro.
Este anuncio se da una vez que se confirmó que el Gobierno ya tiene en sus manos el acta de entrega de Sinohydro. Moya explicó:
“Desde el Ministerio de Economía y Finanzas explicamos claramente que el problema que hubo en Coca Codo no solo genera pérdidas para la empresa, sino que genera pérdidas estatales, pérdidas de ingreso, por lo que no se podía aceptar una garantía, un esquema de garantía, sino una recuperación del ingreso estatal, una compensación al Estado ecuatoriano. Y eso fue logrado en este apoyo que dimos al Ministerio”.
Mora citó un documento que fue clave en este proceso fue una carta fechada en junio de 2021, enviada por Harbin Electric Machinery Company Limited —proveedor de componentes del proyecto—, en la que se reconocía la existencia de grietas en los distribuidores de varias unidades de generación. En el anexo fotográfico del escrito se evidenciaban fisuras en al menos tres de los ocho distribuidores . Estas grietas, según reportes técnicos de CELEC EP, comprometían la operación segura y eficiente de la central.
Fisuras y problemas de Coca-Codo
Las fisuras de Coca Codo fueron detectadas durante inspecciones realizadas en el taller y posteriormente en sitio y posteriormente fueron evidenciadas por varios medios de comunicación desde el período de Rafael Correa.
Según advirterion varias comisiones y expoertos, las reparaciones en la obra no fueron definitivas y se identificaron filtraciones de agua en los equipos, como quedó registrado en videos y fotografías entregados por la Subgerencia del Proyecto Coca Codo Sinclair. Según estos reportes, por ejemplo en la unidad 8 se observaron filtraciones activas incluso después de intervenciones correctivas.
El contrato de la obra fue suscrito en 2009 y según reza el contrato, su capacidad instalada es de 1.500 megavatios –aunque nunca ha operado al 100%– y su operación comenzó tras la recepción provisional de sus dos fases entre agosto y diciembre de 2016.
El proyecto, sin embargo, arrastra desde su origen una serie de irregularidades técnicas, entre ellas al menos 8.000 fisuras en los distribuidores de turbina, que habrían sido generadas durante el proceso de fabricación, según revelaron documentos internos de CELEC EP y confirmaron inspecciones posteriores.
Además de las fisuras, Coca Codo es vulberable a la erosión regresiva del río Coca ya que al retener sedimentos en su embalse, lo que genera un flujo de agua más agresivo río abajo y loas turbinas son obligadas a apagarse.
