
Anguila, un pequeño territorio británico en el Caribe, ha visto cómo la creciente demanda de inteligencia artificial ha convertido su dominio .ai en una mina de oro digital para las cuentas del gobierno. Lo que en los noventa parecía un simple código de país ahora se ha convertido en una fuente clave de ingresos que supera el 20% del presupuesto gubernamental.
Origen y auge del dominio .ai
La Unión Internacional de Telecomunicaciones asignó a Anguila el dominio .ai en febrero de 1995, sin saber el potencial que podría tener relacionado con la inteligencia artificial. Durante más de dos décadas permaneció como un recurso secundario… hasta que llegó ChatGPT. Con este y la explosión de la IA, la demanda de webs terminadas en .ai ha crecido exponencialmente por culpa de las empresas relacionadas con esta tecnología.
Se ha pasado de 144.000 dominios acabados en .ai en 2022 a casi 600.000 a inicios de 2025. El precio base que Anguila cobra a los registradores (140 dólares estadounidenses por dos años) se ha mantenido rígido, lo que garantiza ingresos crecientes a medida que la oferta de dominios escasea frente a la demanda mundial. Sería similar a que los casinos en línea optaran por utilizar un dominio concreto que ya esté utilizando un país, como .co por casino online.
Registradores de todo el mundo están gestionando estas direcciones sin imponer ningún tipo de restricción de localización a los solicitantes. El salto de protocolos, como la adopción de EPP en 2017, facilitó aún más la venta de dominios .ai y consolidó su reputación como “.ai hack” de marketing para proyectos de vanguardia.
Impacto económico y perspectivas
En el año 2023, las tarifas de registro generaron para Anguila unos 32 millones de dólares, el equivalente al 20% de los ingresos totales del gobierno, frente al 5% que suponía antes de la fiebre de la inteligencia artificial. Según un informe de AP News, estos recursos están permitiendo financiar proyectos como la ampliación del aeropuerto, programas de financiación vocacional y la atención médica gratuita para personas mayores.
El primer ministro Ellis Webster, sin embargo, ha subrayado la necesidad de diversificar la economía para no depender únicamente de un dominio tan susceptible a las modas tecnológicas. Para robustecer la infraestructura del registro, Anguila firmó un acuerdo con Identity Digital, enfocada en mejorar la seguridad y la resistencia ante posibles ciberataques.
Además de los beneficios directos, la visibilidad internacional del .ai ha impulsado al turismo, al posicionar a la isla como un ecosistema emergente para conferencias y encuentros de startups de inteligencia artificial. Sin embargo, los analistas están poniendo el foco en la estabilización de precios o un posible descenso del precio en los mercados de dominios, lo que podría obligar a Anguila a buscar otras fuentes de ingresos más estables.
El FMI considera el caso de Anguila como un ejemplo de “fiscal boost incidental” y alerta sobre la volatilidad de ingresos basados en activos digitales tan efímeros. Son consejos que van a la par con lo que ya se ha dicho de los países que tienen sus propios registros de plataformas de slots en línea, como Malta. A largo plazo, la isla tendrá que equilibrar su cartera económica, combinando el viento de cola de la IA con sectores tradicionales como el turismo y la pesca… y otros de mayor valor añadido.