
Quito, Ecuador
He escuchado que a algunas personas les decepcionó ir al cine buscando una comedia romántica –después de todo en el cartel están Dakota Johnson, Pedro Pascal, Chris Evans– y decepcionarse al encontrar algo distinto. A mí me pasó justo lo contrario. Quizás nos habíamos emocionado demasiado con la sorpresa de aquella primera cita –para estar a tono con la película– hace dos años con “Past Lives” (2023). En este segundo encuentro, Celine Song, directora y guionista, decidió contarnos la historia de Lucy, que se dedica profesionalmente a hacer match entre parejas para posibles matrimonios. Ella es la mejor en hacer esa búsqueda a la carta que pueda satisfacer los números requeridos en sueldo, edad, altura, peso; o los condicionantes en estilo, tendencia política, familia, etc. Porque un matrimonio en nuestros días vendría a ser, mientras dure, un intercambio justo de prestaciones, una operación matemática incluso predecible. Sin embargo, “Materialists” (2025) se pensaba que exponer esa realidad era suficiente. Aunque inicialmente acierta al obligarnos a cuestionar el mito del amor romántico, termina sucumbiendo a su peor versión, en contra de todos los “amigo, date cuenta” que dijimos en nuestro interior. Lo más interesante, sin embargo, es aquello que las partes buscan en todas las relaciones que se establecen a lo largo de la historia: sentirse valorados. Todos buscamos que alguien por fin lo descubra, mucho más allá de los números que arroja nuestra existencia. Esa es la secreta desesperación para la que no tenemos brújula, que muchas veces nos lleva a una espiral de errores y de personas equivocadas. Vienen a la mente, entre tanta conversación que se desvanece en el guión, las famosas palabras de Carver: ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? Han pasado tantos años y parece que cada vez sabemos menos.
