Carlos Alcaraz, que este domingo se enfrentará al bosnio Damir Dzumhur en la segunda ronda del Masters 1.000 de Cincinnati, volverá a competir 28 días después del parón más largo para el español desde la pandemia del coronavirus, obviando los periodos sin jugar al final de cada temporada y un par de ausencias más prolongadas pero obligadas por lesión.
El joven tenista español, que a sus 22 años es el número 2 del ranking ATP -sólo aparece por detrás del italiano Jannik Sinner-, no disputa un encuentro desde que el 13 de julio perdió precisamente ante el transalpino en la final de Wimbledon.
El español, que se vio remontado para caer por 6-3, 3-6, 3-6 y 3-6 en la pista central del All England Lawn Tennis and Croquet Club de Londres, tuvo varios días descanso -los pasó en Cádiz y en Sevilla- y luego retomó los entrenamientos habiendo renunciado a jugar el Masters 1.000 de Canadá, que se saldó con el título del estadounidense Ben Shelton en Toronto -venció al ruso Karen Kachanov por 6-7 (5), 6-4, 7-6 (3)-.
Alcaraz, quien en el Grand Slam inglés vio rota una racha de 24 victorias consecutivas en el circuito, volverá a disputar un encuentro tras cuatro semanas justas sin hacerlo. Es la inactividad más larga para él en mitad de una temporada sin que una lesión la haya propiciado. Cierto es que anunció que tenía algunas molestias musculares y que prefería no jugar en Canadá pero eran problemas propios de la competición y no una lesión definida como tal.
La regularidad marca la trayectoria del palmareño, que debutó como profesional en febrero de 2020 -jugó por invitación el ATP 500 de Río de Janeiro, en Brasil- y enseguida le sobrevino la interrupción alargada por la covid y no regresó al circuito hasta 2021, cuando se reanudaron los torneos.
No en vano, al margen de sus interrupciones a final de año una vez concluidas sus campañas al más alto nivel, únicamente estuvo más tiempo sin saltar a una pista para jugar dos veces y en las dos fue por sendas lesiones.
En 2021 se pasó un mes y dos días fuera, en concreto desde que perdió 3-6, 1-3 y retirada por una lesión en el aductor derecho ante el canadiense Felix Auger Aliassime en cuartos de final del Abierto de Estados Unidos el 8 de septiembre y hasta el 10 de octubre, día en el que cayó a las primeras de cambio en el Masters 1.000 de Indian Wells frente al británico Andy Murray por 7-5, 3-6 y 2-6.
Posteriormente sufrió otra lesión más seria, un desgarro en la musculatura oblicua de la pared abdominal izquierda, cuando jugaba en cuartos de final del Masters 1.000 de París Bercy de 2022 frente al danés Holger Rune -se retiró tras perder por 3-6 el primer set y cuando se iba a disputar el tie break del segundo con un 6-6-. Eso ocurrió el 4 de noviembre de hace tres años y Alcaraz regresó el 16 de febrero de 2023 en el ATP 250 de Buenos Aires en un partido ganado por 6-2, 4-6 y 6-2 contra el serbio Laslo Djere en su primer encuentro en Argentina. Transcurrieron entonces tres meses y 12 días.
Este domingo el murciano reaparecerá en Cincinnati frente a Dzumhur, quien se impuso en la primera ronda al italiano Mattia Bellucci de forma muy ajustada por 7-6 (7) y 7-6 (5). El bosnio, de 33 años, es el número 56 del mundo y llegó a ser el 23 en julio de 2018.
Será el segundo enfrentamiento entre ambos y en el primero el español salió triunfador por 6-1, 6-3, 4-6 y 6-4 en la tercera ronda del pasado Roland Garros.
El propósito del vencedor de 21 títulos y que en Ohio llegó a la final en 2023 -la perdió contra el serbio Novak Djokovic por 7-5, 6-7 (7) y 6-7 (4)- es el de volver con seguridad y mantenerla para llegar lejos en este torneo y, sobre todo, en el Abierto de Estados Unidos, que afrontará a continuación. Luego, los días 13 y 14 de septiembre, liderará a España en la eliminatoria de la Copa Davis frente a Dinamarca que se celebrará en la localidad malagueña de Marbella y en la que estará en juego el pase a la Final a Ocho de esa competición. EFE