
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, afirmó este lunes en su intervención en la cumbre virtual del grupo BRICS que el bloque debe “guiar la transición hacia un orden multipolar” en el que se escuchen las voces de todos los países.
“Grupos como los BRICS y otras instituciones del Sur global tienen la responsabilidad especial de guiar la transición hacia un orden multipolar, democrático y justo; un orden en el que se escuchen las voces de todos los países, especialmente de los países en desarrollo”, dijo el presiente iraní. La República Islámica de Irán es un régimen autoritario con amplio historial de violaciones contra los derechos humanos y persecución contra disidentes.
Pezeshkian denunció el empleo de las “acciones unilaterales y el uso instrumental de sanciones y restricciones económicas”, en una aparente referencia a Estados Unidos, lo que en su opinión «interrumpen la cooperación global e imposibilitan el desarrollo sostenible».
Para lograr ese multilateralismo pidió “una reforma seria de la estructura de gobernanza global”, con la revisión de la composición y el funcionamiento del Consejo de Seguridad de la ONU y la reforma del sistema financiero y monetario internacional.
Pezeshkian denunció la agresión militar que sufrió su país en junio por parte de Israel y de Estados Unidos, la continuidad del conflicto en Gaza, los ataques israelíes contra Líbano y Yemen, así como las amenazas Estados Unidos contra Venezuela, como “pruebas claras del fracaso del orden mundial en garantizar la paz, la justicia y la seguridad internacional”.
La cumbre del foro, liderado por China y Rusia y que reúne a las principales economías del sur global, tiene lugar en medio de las tensiones por la guerra comercial emprendida por el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump.
El bloque estuvo formado inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que en 2023 invitaron a otros países a sumarse al foro.
Desde entonces, cinco nuevos miembros plenos se han incorporado al grupo: Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Indonesia. EFE (I)