Quito, Ecuador
La develación de los chats del llamado ‘Caso Ligados’ mostraron que Luisa González, actual líder “in situ” del movimiento correísta es muy poco querida por sus supuestos simpatizantes. Augusto Verduga y sus muy felices chats con ‘Ají con mote’ y ‘Presidente’ para referirse al expresidente y prófugo de la justicia, Rafael Correa, de nombres un poco menos pintorescos que el de Wilman Terán que le decía ‘El 4 pelos’, muestran una fracción interna que dejó atrás el discurso del “traidor de Lenín Moreno”, muletilla que literalmente pereció casi que ayer.
Así, la prensa evidenció que Luisa González es en realidad para su propio movimiento la ‘Rana René’.
Realmente el topo del correísmo, es un ser más lejano pero cuya hedionda fragancia llega hasta Ecuador gracias al estiércol de fango creado por la corrupción y el narcotráfico que envuelve su “selecto entorno” de cerdos: Nicolás Maduro. Si seguimos con la analogía de George Orwell con su Rebelión en la granja, de verdad que dentro del correísmo mostramos un verdadero chiquero de granja donde los cerdos, en el que Correa es un malhecho prospecto de Snowball, ya que su supuesto exilio se lo ganó él mismo por sus malos pasos, un poquito evidentes, y que se siguen demostrando hasta hoy en día.
El problema es que ‘4 Pelos’ y ‘Rana René’ han creado una revolución, pero no ciudadana —como ellos la han autobautizado— sino más bien un revoltijo de problemas y malas actuaciones que han dividido a las caricaturas de Correa en un pésimo espectáculo político.
En la película Los Muppets de 2011, los simpáticos títeres y peluches quieren demostrar en Hollywood que realmente el grupo está unido y que sólo por un rumor de internet, por el que se separa la Rana René y Miss Piggy, todo el grupo podría dividirse y perderse en el olvido. Allí se crean dos bandos: uno a favor de René y otro de Miss Piggy.
Parecería así, que un lado del correísmo, no quiere seguir con René y otro sí del lado de Miss Piggy y viceversa. El tema es que su líder, exige que su movimiento se maneje como una secta y que no exista un pensamiento fuera de lo que implica “ser de la RC”, según lo dijo Luisa González, quien abre el show.
El problema es que la pesadilla son los nexos del financiamiento a la estructura de los Muppets criollos por medio de Maduro. Allí, entonces, los Rana René —que en este caso son más allegados también a su Miss Piggy venezolano— siguen en románticas alianzas mientras un despistado Gonzo (el movimiento RETO) quiere evitar su ruptura porque el telón se cerraría en sus narices sin importarle a nadie.
Podría ser una hilarante obra de teatro si de por medio no estuviera involucrado el crimen organizado como el Cartel de los Soles que es bautizado como organización terrorista por Estados Unidos.
El Cartel de los Muppets depende del Cartel de los Soles y no hay vuelta que darle. ¿Qué hacer allí? Si se separan, la Miss Piggy de Miraflores quizá no les de dinero. Pero si siguen con ella, los demás Muppets amenazan con irse del grupo “familiar» que con tanto esfuerzo lograron afianzar desde 2007.
Muchos títeres ya se fueron y votan con camisetas moradas mientras guiñan un ojo al simpático Niels Olsen. Es más, los Muppets descarriados no sólo que lograron aprobar todas las leyes urgentes de Daniel Noboa, sino que además fueron parte de los 82 votos para que Ecuador logre reafirmar al Cartel de los Soles como organización terrorista por parte de Ecuador en la Asamblea.
Luisa no tuvo más que resignarse, pero lo que asombró fueron las peleas y descalificaciones dentro de los Muppets que se abstuvieron (45 voluntades que pintaron el tablero de azul) versus quiénes quieren estar de parte del Cartel de los Soles y de los otros que quieren una “nueva gente” para que su agrupación no muera.
Gonzos y Ranas se pelearon y al final lo hecho, hecho estuvo. ¿Entonces, se quedarán como parte del Cártel de los Muppets o pasarán abiertamente a ser parte del Cártel de los Soles? Su convención será en pocos días y allí se verá el destino de este grupo.