Conaie dice que la eliminación al subsidio del diésel es un «paquetazo»

10 de septiembre del 2025 Marlon Vargas presidente de la Conaie junto Eduardo Zurita dieron a conocer su postura sobre la consulta popular, marchas, asambleístas de Pachakutik etc. API/HENRY LAPO

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la mayor organización social del país, calificó de un «nuevo paquetazo» del presidente Daniel Noboa la eliminación de los subsidios al diésel deretada por el mandatario y advirtió que «el Gobierno está llevando al límite la paciencia popular».

La Conaie, que en 2019 y 2022 lideró los estallidos sociales contra los presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guilermo Lasso (2021-2023) que les obligaron a recular ante medidas similares de eliminar los subsidios a los combustibles, indicó en un comunicado que ahora «Noboa repite la fracasa de receta que provocó paros y trasladó la crisis al pueblo».

«Con esta decisión, Noboa demuestra que no le importa el pueblo ni la gente: por cumplir con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y mostrar cifras macroeconómicas, sacrifica la vida, la salud y la educación del pueblo», señaló la Confederación indígena, que agrupa 14 pueblos y 18 nacionalidades indígenas.

Noboa ya eliminó otros subisdios

Noboa ya eliminó el año pasado los subsidios a las gasolinas Extra y Eco País (85 octanos ambas), las más consumidas del país, para descongelar los precios y establecer una banda de precios que ha llevado los valores de estos combustibles en el mercado ecuatoriano a casi igualarse a los precios internacionales.

Estas medidas se enmarcan dentro de los recortes de Noboa para alcanzar las metas de cierre del déficit estatal conforme marca el programa crediticio del Fondo Monetario Internacional (FMI), que asciende a 5.000 millones de dólares en cuatro años (2024-2028) en función del cumplimiento de una serie de metas puestas por el organismo internacional.

El subsidio al diésel suponía un gasto estatal de 1.100 millones de dólares al año, y tras su eliminación anunciada en la noche de este viernes sin previo aviso, el Gobierno señala que ahora lo invertirá en programas de protección social y subvenciones a transportistas y productores para amortiguar el golpe.

«Esta medida, disfrazada con discursos de ‘justicia social’ y bonos clientelares, es en realidad un nuevo paquetazo neoliberal que encarecerá de inmediato la canasta básica, el transporte de alimentos, la producción campesina, la movilidad popular y, en general, la vida de los sectores más pobres», indicó la Conaie.

Los precios de este combustible usado ampliamente en el campo, la pesca y otros sectores primarios, así como en el transporte de pasajeros y de carga por carretera, pasarán desde este sábado de 1,80 dólares por galón (3,78 litros) a 2,80 dólares.

«Este incremento golpeará nuestras actividades productivas, culturales y turísticas, limitando el acceso a la salud, la educación y la comercialización de productos. En la práctica, significa más aislamiento abandono y exclusión para los pueblos indígenas y sectores populares», remarcó la organización indígena.

La Confederación recordó que presentó una propuesta técnica de focalización de subsidios que consistía en «eliminarlos para grandes empresas e industrias con ganancias millonarias y mantenerlos para agricultores, pymes y transporte público». «Esta alternativa permitiría al Estado recaudar más de 1.200 millones de dólares sin golpear el bolsillo del pueblo, pero el Gobierno la ignoró», aseveró.

En ese sentido, el movimiento indígena apuntó que se ampara en el derecho a la resistencia y anticipó que «activará todos sus mecanismos organizativos legítimos para enfrentar este nuevo paquetazo».

El expresidente de la Conaie y excandidato presidencial Leonidas Iza aseguró que «Noboa acaba de dar un golpe mortal a la economía de las familias ecuatorianas», pues lo consideró como «la cereza al pastel de una serie de medidas adoptadas desde su primer mandato».

Iza indicó que este proceso comenzó «con la declaratoria de ‘conflicto armado interno’ (contra el crimen organizado) como estrategia para sembrar la doctrina del ‘shock’ en la sociedad ecuatoriana y preparar el terreno para la posterior implantación de una serie de decisiones en materia económica que afectan al bolsillo de los ecuatorianos y ecuatorianas, y que se completaron de manera silenciosa y planificada durante dos años». EFE

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