
Tras el anuncio dado por el Gobierno de eliminar el subsidio al diésel, mediante un nuevo decreto Ejecutivo, el presidente Daniel Noboa propuso trasladar la Presidencia de la República a Latacunga (Cotopaxi), mientras que la Vicepresidencia se moverá a Otavalo (Imbabura).
En el escrito, el Ejecutivo señaló que «la decisión refleja el compromiso del Gobierno de estar donde se requiere autoridad, gobernabilidad y diálogo directo con la ciudadanía».
La eliminación de los subsidios a los combustibles es una de las decisiones políticas más sensibles en Ecuador que ya intentaron tomar sin éxito los expresidentes Lenin Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023), incluso si se analiza desde más atrás los expresidentes Sixto Durán-Ballén (1993) y Jamil Mahuad (1999) también interaron eliminar el subsidio considerado «el más pesado en la historia nacional».
Todos, sin expeción, siendo Moreno y Lasso, quienes tuvieron que recular ante las dos olas de protestas más grandes acontecidas en los últimos años en el país, lideradas en ambas ocasiones por el movimiento indígena.
Noboa vuelve a tocar un tema sensible
Noboa dio paso a liminar el subsidio al diésel tras haberlo hecho ya el año pasado con las gasolinas Extra y Ecopaís, las de mayor consumo en la nación. Desde esta sábado 13 de septiembre, cada galón de diésel pasó a costar USD 2,80. Hasta el viernes se vendió en USD 1,80.
El Ejecutivo tiene previsto ahorrar hasta 1 100 millones de dólares al año por la eliminación del subsidio del diésel. Parte de ese dinero se destinará a bonos y compensaciones, según anunciaron en un video cuatro ministros que hablaron en nombre de Noboa, quien no apareció en la alocución.
Los transportistas de Pichincha ya han anunciado una paralización del servicio público el lunes 15 de septiembre en respuesta a la eliminación del subsidio.
De su lado, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), a través de su presidente, Marlon Vargas, consideró que la decisión es un «nuevo paquetazo» por parte de la Administración de Noboa. La organización advirtió que «el Gobierno está llevando al límite la paciencia popular». (I)
