Charlie Kirk: su vida, el precio de su libertad

BERLÍN (Alemania), 13/09/2025.- Personas se detienen frente a un monumento en memoria del activista político estadounidense Charlie Kirk, asesinado a tiros, durante una vigilia en Berlín, Alemania, el 13 de septiembre de 2025. Kirk fue asesinado a tiros el 10 de septiembre en un evento en la Universidad del Valle de Utah. La vigilia se celebró cerca de la Puerta de Brandeburgo, frente a la embajada de Estados Unidos. (Alemania) EFE/EPA/FILIP SINGER

Estela Zea de Furlato

Guayaquil, Ecuador

Durante el funeral de su esposo Charlie Kirk, Erika publicó en sus redes: «El llanto de esta viuda resuena por todo el mundo como un grito de guerra. No tengo ni idea de qué significa esto. Pero, cariño, sé que tú sí, y nuestro Señor también.  Ellos no tienen idea de lo que acaban de despertar en esta esposa. Si creían que la misión de mi esposo era grande, ahora… no tienen idea (…).» 

Su post ha alcanzado en pocas horas cerca de 6 millones de visualizaciones, 400.000 reposts y 1 millón de reenvíos.

Además, dijo en un video que su esposo ahora lleva la gloriosa corona del asesinato (en la fe que ella profesa, la corona del martirio representa el honor, la gloria y la recompensa espiritual que recibe un creyente que sufre o muere por su fe en Cristo, simbolizando su victoria sobre la muerte y su unión con Él) y avisó que la agenda de eventos de «The Turning Point USA», no se cancelará, que la misión de su esposo de promover entre los estudiantes los principios de la libertad, el mercado libre y un gobierno con poderes limitados, continúa hacia la meta de construir la red de activismo de base conservadora más organizada, activa y poderosa en escuelas secundarias y universidades de todo Estados Unidos.

La carrera de Kirk estuvo marcada por una conversación amable, generación de debate, diálogo socrático y lógica simple. Movilizó a millones de jóvenes en campos estudiantiles y redes sociales, fijando posturas extremas y claras sobre la familia, inmigración, armas, raza, género, aborto, impulsó la lucha contra desinformación sobre elecciones, cambio climático y vacunas contra el COVID-19, como lo muestran las redes de la organización que fundó, «Turning Post USA».

Trump lo ha condecorado, mientras que la presidencia del Parlamento Europeo se negó a hacer un minuto de silencio en su memoria, lo que causó controversias en la cámara de diputados.  Ante su muerte, sus seguidores, que se consideran «de derecha» manifiestan pacíficamente su tristeza, llenado solemnemente estadios y parques con vigilias, oraciones, abrazos y flores en su memoria;  sus adversarios políticos catalogados como «de izquierda», festejan y se mofan públicamente de lo sucedido, incluso han intentado vandalizar su funeral.

Se dice que varias personas están siendo liquidadas en su trabajo por realizar comentarios «inapropiados» sobre el asesinato de Kirk, entre ellas periodistas, profesores y bomberos.  Incluso la empresa Home Depot despidió a uno de sus funcionarios por negarse a imprimir carteles para una vigilia de oración en su memoria. 

Y no faltan personas que cuestionan esto, apelando a la libertad de expresión.  Pero me pregunto ¿y si fuera un empleado nuestro quien se burla públicamente del asesinato a sangre fría de una persona noble que respetamos?, ¿y si fuera un funcionario nuestro quien decide no hacer su trabajo y nos provoca un lucro cesante por sus creencias políticas o religiosas?, ¿lo despediríamos?  Creo que la lógica simple podría responder por nosotros: ¡sí!.

Parece oportuno que todos reflexionemos sobre la gravedad de lo que está sucediendo, el mundo entero debe tomar conciencia de que los adversarios políticos son adversarios a enfrentar con la verdad y no enemigos que hay que eliminar, solo así todos podremos vivir en paz y verdadera libertad.

Hoy, un amable y valiente joven de 31 años ha pagado con su vida el precio de su libertad, prestemos atención al grito de su viuda, fijémonos como los diversos líderes políticos reaccionan ante el violento hecho. Pues es debido a la política que personas como las que asesinaron a Charlie Kirk,  Iryna Zarutska, Miguel Uribe, Fernando Villavicencio y que atentaron contra Bolsonaro, Trump y otros líderes de derecha, caminan libremente por las calles.

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