El Ministerio de Defensa español ya se ha desvinculado de todos los contratos con empresas israelíes tras la anulación de dos grandes proyectos por valor de casi 1.000 millones de euros.
Fuentes de Defensa dan por completado el plan de desconexión tecnológica militar con Israel, que conllevará su sustitución por empresas europeas y españolas, como consecuencia del embargo de armas a ese país por sus ataques sobre población civil palestina.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció la semana pasada un embargo de armas contra Israel, aunque el Ejecutivo no ha aprobado aún el real decreto que consolida jurídicamente la medida, previsto para la próxima semana.
Entre tanto, la pasada semana se completó la anulación oficial de los contratos para la adquisición de lanzacohetes de alta movilidad Silam y el sistema de misiles contracarro Spike L.R., ambas capacidades destinadas al Ejército de Tierra.
El primero de ellos era un contrato de compra de lanzacohetes Silam a la unión temporal de empresas Rheinmetall Expal Munitions y EM&E, por un importe de 700 millones de euros.
El segundo era la adjudicación a la empresa PAP Tecnos Innovación SA, filial española de la empresa israelí Rafael, del contrato de compra de 168 misiles Spike, por un valor de 287,5 millones de euros.
En una comparecencia en el Congreso el pasado mes de junio para dar cuenta de los contratos de material de defensa con Israel, la Ministra de Defensa, Margarita Robles, ya aseguró que determinados programas como estos dos iban a ser sustituidos por tecnología española.
El real decreto forma parte de una batería de medidas anunciada por Sánchez y establecerá la prohibición legal de comprar y vender armamento, munición y equipamiento militar a Israel. EFE (I)
