
Guayaquil, Ecuador
Los 10 mandamientos de la Conaie, exigidos públicamente por su presidente, son inconstitucionales. Veamos. El primero es la derogatoria del decreto 126 “con el que se eliminó el subsidio al diésel y de las medidas económicas que dispuso”. El articulo 147 numeral 3 de la Constitución (CRE) dispone que el presidente de la república tiene como deber (no solo atribución) “definir y dirigir las politicas públicas de la función ejecutiva”. La atribución es del presidente, no de la Conaie. Además hay una serie de normas, de rango constitucional, que le permiten organizar y adecuar el presupuesto del estado a las necesidades colectivas de los ecuatorianos.
El segundo es la “solución a la crisis de salud y educación publica que enfrenta el país”. La salud y la educación son, según la actual constitución, “derechos del buen vivir”. La educación no está al servicio de “intereses individuales ni corporativos”. La salud es un derecho vinculado al ejercicio de otros, tales como “el agua, el trabajo y los ambientes sanos”. Es por ello que el art. 326 numeral 15 de la CRE “prohibe la paralización de los servicios públicos de salud y educación”, entre otros 16 servicios públicos mencionados en la norma. La demanda al gobierno, que sin duda tiene que tratar de solucionar los problemas “de la salud y la educacion” no porque lo pida la Conaie sino porque es un deber para con todos, no se compadece con el daño que la violencia hace a las escuelas, los hospitales, los caminos públicos y todos aquellos bienes del estado que son afectados por el humo, los incendios, las piedras, el garrote y la violencia de quienes han institucionalizado la agresión como propuesta politica.
Y entonces vamos al tercer mandamiento: el “respeto al derecho a la protesta y a la organización social”. Derecho a la protesta fue lo que ejerció Cuenca. Fue lo que hizo Guayaquil hace varios años con las marchas convocadas por el entonces Alcalde cuando llamaba a la ciudadania para para hacer sentir su voz ante determinadas políticas públicas. La Conaie no protesta: Vandaliza. No protesta: incendia. No protesta: agrede. La lamentable muerte de Efrain Fueres es la consecuencia de una serie de actos de provocación de la Conaie, que agrede a la fuerza pública y ésta se ve obligada a responder no solo para tratar de mantener el orden, sino en legítima defensa de la vida de sus miembros y de su integridad personal. Y a veces se producen censurables excesos, pues no se puede golpear en el suelo a nadie, como pudimos verlo todos.
El cuarto mandamiento es el “cese de la expansión minera extractivista y no más ampliación de la frontera petrolera en la Amazonía.” La Conaie no propone. Prohíbe. No basta con el actual vía crucis que padecen los empresarios mineros legales al tratar de conseguir licencias ambientales. Tampoco basta con las consultas previas, las que practicamente imposibilitan el desarrollo de la minería, a pesar de que las actuales empresas formales cuentan con tecnología de punta. La minería, simplemente, debe terminar. Por eso Chile y Perú nos llevan delantera inalcanzable en el desarrollo minero.
Quinto mandamiento: pide “garantías plenas para la vida y seguridad de los pueblos indígenas y de los ecuatorianos.”. Felizmente nos incluyeron a todos. Pide garantías, pero no las da. Los voceros (y las voceras, sin duda) del movimiento alientan la violencia. “Retienen” militares en Pinsaquí y los devuelven en Cotacachi magullados, golpeados y humillados. Restringen el paso en las vías. Obligan a ciudadanos y turistas a hacer peligrosos trasbordos con peligro para su salud. Y …..sin protestar.
Sexto mandamiento: “reducción del IVA del 15 % al 12 % por no haber cumplido el objetivo de frenar la inseguridad.”. Dictan política tributaria, la que conforme al art. 301 de la CRE es privativa del ejecutivo.
El séptimo es muy propio del pais del No: “No a la consulta popular ni a la asamblea constituyente, mecanismos que no resuelven los problemas del país y que costará más de $ 60 millones.”. Inveterada costumbre de la Conaie y de buena parte de la dirigencia politica: No a todo. No importa que se pregunte. Con un 5% de la votación nacional, bloquean toda iniciativa de cambio. Son el partido mas conservador de la república. No a la minería, no al petróleo, no a la reforma laboral, no a la reforma a la seguridad social, no a la concesión de las vías, y asi.
Octavo: la “liberación inmediata de los doce manifestantes detenidos en Otavalo y de todos los detenidos en el marco del paro nacional.”. Es decir, la impunidad. La democracia del palo y la piedra por encima del derecho. La justicia por propia mano y la amenaza a todo aquel que quisiese trabajar. El concurso de delitos a la orden del día.
El noveno es el pretexto de siempre: “el “respeto a los derechos colectivos, en particular al de consulta previa.”.
Y el décimo es la “convocatoria a los pueblos y a todos los sectores sociales a sostener la movilización.”: es decir la convocatoria a la rebelión, al sabotaje, al terrorismo y a la paralización de la república a través de la toma de las vías de comunicación del estado.

Aquí ya no se trata de defender al gobierno. Ni a este ni a ningún otro. Se trata de defendernos nosotros y defender a la república de la toma por asalto que, so pretexto de determinada decisión económica, un grupo de presión muy pequeño y claramente ubicado en la geografía nacional, efectúa periodicamente afectando la seguridad, la economía y la imagen del país en el exterior. De todo lo cual cada dia es mas dificil recuperarse.